Mi infancia son recuerdos de un pueblo en la Axarquía; mi vida, la ilusión por un mundo mejor... Si compartes esta ilusión, aquí tienes un espacio para sembrar la esperanza.
domingo, 22 de septiembre de 2013
lunes, 22 de julio de 2013
UN MUNDO MEJOR
II EN CUENTRO
HISPANO-TUNECINO DE INTELECTUALES Y ESCRITORES
PONENCIA: UN MUNDO
MEJOR
(MANUEL CAMACHO
FERNÁNDEZ)
Me duele España,
mi patria;
me duele el mundo,
mi mundo;
me duelen tanto,
tanto me duelen,
que mi dolor me mata...
Queridos colegas,
tras los versos con los que abro mi participación en esta Mesa redonda; quiero,
ante todo, felicitar a Ridha Mami y a Basilio Rodríguez por la organización de
estos encuentros tunecinos-españoles de intelectuales y escritores. Unos
encuentros a los que “sirven de inspiración y lema”, así lo manifiestan sus
organizadores, los versos de un bello poema titulado “La voluntad de vivir”; escrito,
un año antes de su temprana muerte, por el gran poeta de Tozeur, Abou el Kacem
Chebbi (1909-1934). Y mostrarles mi gratitud por haberme invitado a participar
en los mismos. Dicho lo cual, paso a exponer mi comunicación.
Para el
dolor que me produce este tiempo de la historia del mundo, que me ha tocado
vivir; encuentro consuelo en los versos del gran poeta Abou el Kacem Chebbi:
“Si la gente quiere vivir un día/ el destino sólo puede satisfacer su
expectativa./ La mañana sucederá necesariamente a la noche/ y las cadenas se
romperán inevitablemente...” El poeta nos dice, a través de sus versos, que
querer es poder; que los deseos, cuando son firmes, inevitablemente se cumplen.
Y sublima su poema con el hermoso título: “La voluntad de vivir”. En esa misma
dirección está orientada mi obra creativa, que hoy comparto gustosamente con
vosotros, como se puede observar en el siguiente poema; que dice: Cuando los
pasos/ son firmes,/ retumba el suelo;/ y la gente/ se aparte,/ y los perros/
reculan.../ Cuando los pasos/ son firmes,/ nadie/ te detiene//; poema que he titulado
Determinación. Voluntad
de vivir, Determinación...; sí, está bien. Pero, ¿para qué? Para algo muy
hermoso, para lo más noble y hermoso que puede y debe hacer el ser humano;
¡Luchar por un mundo mejor!: un mundo luminoso, alegre y justo donde la vida
sea hermosa y bella para todos los que lo habitan. Y, en esa noble empresa, los
poetas y los escritores tienen encomendada una importante tarea; a ella,
modestamente, he dedicado gran parte de mi vida. Como muestra, quiero dar
lectura a un artículo de opinión que escribí, hace tiempo, para un periódico de
la Axarquía (comarca de Málaga), el cual fue publicado con el seudónimo de
Manuel de Petka; y que, para mi pesar, cada día gana actualidad. Dice el artículo:
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS: UNA CADENA DE ORO
CON TREINTA ESLABONES.
La libertad es un árbol que brota en el campo
de batalla;
la paz es la flor del árbol de la libertad.
Cada vez que una criatura inocente es asesinada, se me parte el
corazón; y, cuando veo la indulgencia con que se trata a su asesino, el alma se
me cae a los pies.
El día diez de diciembre de mil novecientos
cuarenta y ocho, la Asamblea General de las Naciones Unidas adopta y proclama la Declaración Universal de los
Derechos Humanos que define los derechos y libertades del hombre. Veinte años
más tarde (13 de mayo de 1968), en la “Proclamación de Teherán”, es declarada
obligatoria para la comunidad internacional.
Nadie pone en duda que la Declaración Universal de los Derechos Humanos
es un texto excelente; pero no son las palabras sino los hechos los que
cuentan; y el hecho es que con esta
Declaración se protegen los derechos y libertades del asesino y no, los de sus
víctimas; quizás porque el derecho es sólo una cara de la moneda de la
justicia, la otra es el deber; o tal vez porque, desde una situación de
privilegio, aquellos que deben velar por el reconocimiento y aplicación de la
citada Declaración se olvidan de sus dos últimos artículos: el artículo 29, que
limita los derechos y libertades de toda persona con el fin de asegurar el
reconocimiento y el respeto a los derechos y libertades de los demás y de
satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar
general; y el artículo 30, que dice que nada de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos podrá interpretarse en el sentido de que confiera derecho
alguno para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendentes a la
supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en la misma.
El resultado es que la Declaración Universal
de los Derechos Humanos se ha convertido en un instrumento que ampara al
asesino, y se olvida de sus víctimas; en una cadena de oro con treinta
eslabones, mucho peor que las cadenas de hierro ya que estas se oxidan y
aquella permanece brillante.
Con el más puro amor a la libertad y el fuerte
deseo de acabar con todas aquellas cadenas que aprisionan a la gente de bien;
se ha escrito la siguiente Declaración sobre Deberes Humanos:
DECLARACIÓN SOBRE DEBERES HUMANOS
-PREÁMBULO-
Considerando que todos los seres humanos nacen libres e iguales en
dignidad, derechos y deberes; y, dotados como están de razón y conciencia, son
responsables de sus actos;
Considerando que la libertad no consiste en poder hacer lo que
apetezca, sino aquello que deba hacerse;
Considerando que el derecho y el deber son las dos caras de la
moneda de la justicia;
Considerando que la justicia debe imperar en el mundo, a fin de
que los seres humanos puedan ejercer su
libertad y gozar de la paz;
Considerando que quien no cumple ningún deber no merece ningún
derecho;
Considerando que la relajación en el cumplimiento de los deberes
conduce a una sociedad injusta, dominada por gente perversa; y
Considerando que han transcurrido cincuenta y dos años (a fecha de hoy -julio del 2013-, sesenta y cuatro) desde la
proclamación de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, sin haber conseguido el fin deseado: que la libertad,
la justicia y la paz reinen en el mundo. Parece necesario y conveniente
proclamar la presente Declaración sobre Deberes Humanos.
-DEBERES HUMANOS-
I. Toda persona tiene el deber de
respetar los derechos de los demás. El incumplimiento de esta obligación
fundamental supone, para el infractor, la pérdida de los derechos que no
respeta.
II.
Toda persona, sin excepción alguna,
tiene el deber de cumplir lo establecido por la ley, siempre que se trate de
una ley justa. Si la ley no es justa,
deberá luchar, con todas sus fuerzas, para conseguir que sea abolida.
III. Toda persona tiene el deber de cumplir
la justa pena que le haya sido impuesta, por las faltas o delitos cometidos;
para saldar su deuda con la sociedad.
IV. Toda persona tiene el deber de luchar
contra la injusticia, aun a riesgo de su propia vida: sin justicia, no hay
libertad; y, sin libertad, no puede haber paz.
V. Toda persona tiene el deber de
socorrer al prójimo. El incumplimiento de esta obligación es un acto egoísta y
cobarde que envilece al ser humano.
VI. Toda persona tiene el deber de
defender sus derechos, y solidarizarse con todos aquellos seres humanos que son
tratados de manera injusta; para desterrar las fuerzas destructoras, y
conseguir un mundo justo y solidario.
VII. Toda persona tiene el deber de
adquirir la mejor formación que le sea posible, mediante el estudio continuado
y la experiencia vivida; para poder ejercer de forma adecuada su libertad, y
servir mejor a la sociedad de la que forma parte.
VIII. Toda persona tiene el deber de
desarrollar el trabajo que le corresponda, siempre que éste sea honesto; con el
convencimiento de que el trabajo dignifica al ser humano, y de que todos los
trabajos son necesarios e igualmente dignos.
IX. Toda persona tiene el deber de
contribuir con honestidad a la Hacienda Pública, para atender a las necesidades
de la Nación; teniendo en cuenta que cualquier fraude al Estado es un fraude a
toda la población.
X. Toda persona tiene el deber de
defender la integridad e independencia de su patria, hasta derramar la última
gota de su sangre, si fuese preciso; pues, sólo en Ella puede desarrollar libre
y plenamente su personalidad. Entendiendo por patria la nación que le ampara,
y, por Patria de su patria, el Universo.
XI. Toda persona tiene el deber de
respetar la naturaleza; por respeto a la vida, y para disfrute de todos los
seres de la Tierra. Y
XII. Todas las personas tienen el deber de
cuidar de su salud física y mental, para su propio bien y el de la Familia Humana.
- - -
No veo a esta Declaración sobre Deberes
Humanos adoptada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas;
aunque poemas como La Voluntad de vivir
o Determinación nos abran el camino.
Los caminos de
libertad son abruptos; la marcha a
través de ellos no resulta fácil, hay que soportar grandes penalidades; muchos
pierden su vida en el empeño; pero, merece la pena intentarlo: la recompensa es
tal alta que, si pudiésemos conocerla y valorarla de antemano en toda su
extensión, el más duro de los sacrificios se convertiría en el más sublime de
los placeres.
Ni me imagino a todos los seres humanos luchando
por un mundo mejor; pero es tan grande mi deseo que no pierdo la esperanza.
Que nadie ni nada apague la llama de
la esperanza que arde en tu alma; mientras permanezca encendida, existirá la
posibilidad de cambiar el mundo.
En cualquier caso, si consigo, con toda mi
obra como poeta y escritor, que tan sólo una persona emprenda la lucha, habrá
merecido la pena la dedicación y el esfuerzo empleados en escribirla y no habré
vivido en vano. Con esa persona quiero compartir la siguiente oración:
Señor, dame fuerzas para luchar; valor para
morir, si fuese preciso, en la lucha; y juicio parar luchar y morir por la Verdad.
¡Muchas
gracias!
- F I N -
domingo, 21 de julio de 2013
sábado, 20 de julio de 2013
jueves, 18 de julio de 2013
RETRATO DE UNA AMBICIÓN
El separatismo es una doctrina perversa, propugna el derecho de apoderarte de un territorio que no te pertenece:
Las cosas pertenecen
a aquellos que las aman;
y quien no ama el árbol,
no ama las ramas.
La maldad de los separatistas es superada por aquellos que los apoyan; y la de éstos, por los que no hacen nada para evitar que le arrebaten el territorio que aman:
El amor une;
el desamor separa.
A toda la buena gente de este hermoso planeta llamado Tierra, la maldad no tiene fronteras, dedico el siguiente relato titulado Retrato de una ambición, del libro Senderos de gloria (Relatos para crecer):
RETRATO DE UNA AMBICIÓN
Alguien cortaba una rama
del árbol de la alegría,
y, al cortarla, se escuchó
una voz que le decía:
“No la corte, ¡por favor!,
ella es parte de mi vida”.
Efigie I
EL TRIUNFO DEL MAL
Era un jardín hermoso, poblado de camelias rosadas; en el centro del jardín, un árbol grande, muy grande, tan grande que su copa tocaba el cielo y sus ramas daban fruto suficiente para alimentar a los muchos y diversos pajarillos que anidaban en ellas en alegre armonía. Unos en las ramas del norte, otros en las del sur, otros en las del este...; todos, contentos con su suerte y orgullosos de su árbol: El Árbol de la Alegría.
Bueno, no todos los pajarillos estaban contentos. A algunos, que más que pajarillos hay que llamar pajarracos, de plumaje negro brillante, como la negrura del infierno, y de pico robusto, como la punta de una taladradora (cuervos), no les gustaba compartir, con el resto de los pajarillos, la fruta de la rama en la que anidaban, y decidieron cortarla del árbol. Aunque los cuervos eran minoría, ante la pasividad del resto de los pajarillos, consiguieron su objetivo; cortar una rama del árbol de la alegría. Una rama que no les pertenecía: Las cosas pertenecen a aquellos que las aman; y quién no ama el árbol, no ama las ramas.
El ejemplo fue seguido por otros pájaros de igual plumaje y calaña. Hasta tal punto que el árbol se quedó sin ramas, en el tronco, y se secó; la misma suerte corrieron las ramas: Les arrebataron su común y universal destino; y, sin destino, dejaron de caminar. Del tronco seco y de las ramas, los cuervos hicieron leña para calentar sus maldades. El grajeo de los cuervos despertó a los monstruos de la inmoralidad y del hambre; que devoraron la sociedad. Las camelias se marchitaron, y las almas dejaron de brillar.
Los pajarillos se vieron obligados a construir sus nidos en el suelo, y a alimentarse de sobras de comida vertidas, por los cuervos, en los tiestos del cántaro de la vida[1]...; y acabaron convertidos en aves de corral.
Efigie II
EL TRIUNFO DEL BIEN
Está escrito, en “El libro de los sueños”, que el Bien triunfará sobre el Mal. Tal vez por ello existe una segunda versión del relato, con un hermoso final; pues, según ésta, los negros pajarracos (los tiesteros) no llegaron a cortar la rama donde habitaban del árbol al que pertenecía; ya que, cuando todo parecía indicar que iban a conseguirlo, ocurrió un suceso sorprendente que cambio el curso de los acontecimientos:
Por aquel entonces se celebró el Campeonato mundial de corales; una bellísima competición que tenía lugar cada cuatro años, y en el que participaban las selecciones de pajarillos de todos los árboles del mundo clasificadas en la competición previa. En esta ocasión, por primera vez, quedó merecidamente campeona, ¡campeona del mundo!, la coral de El Árbol de la Alegría.
Este hecho despertó las conciencias dormidas de los pajarillos que lo habitaban; los cuales derrocharon entusiasmo y alegría por todos los rincones del árbol, y colocaron en sus ramas símbolos de unidad como muestra de la satisfacción y del orgullo; del amor; que sentían por su árbol, por todo su árbol. La reacción de los pajarillos desconcertó a los cuervos; que no desistieron de su empeño, muy al contrario, temiendo alguna reacción adversa a sus macabras pretensiones, intensificaron sus actividades y aceleraron las gestiones separatistas.
Y sucedió que; de manera espontánea, sin convocatoria previa, respondiendo a la llamada de su conciencia; los pajarillos de todas las ramas, y de forma muy destacada los pajarillos jóvenes, se pusieron en marcha, hacia la rama que los cuervos querían cortar; fueron tantos los pajarillos que llegaron a la rama, que abarrotaron todos sus tallos; y en ellos se aposentaron; en una actitud pacífica, pero valiente y generosa –heroica-, dispuestos a entregar sus vidas, si fuese necesario, por la integridad de su árbol; y con la firme decisión de permanecer en ella hasta que quedara libre de pajarracos.
La libertad no se espera, se busca;
no se da, se toma;
se no se llora, se defiende…
no se da, se toma;
se no se llora, se defiende…
Al principio lo pasaron mal, algunos pajarillos perdieron su vida bajo el pico de los cuervos, ¡su sangre selló el compromiso de amor y libertad del resto de los pajarillos que, ayudados por los buenos del lugar que resultaron ser muchos, consiguieron expulsar a los cuervos y a algunos grajos y cornejas que se habían apuntado a la traición; todos ellos fueron al infierno. Desde entonces, reinó la paz y el cielo abrió sus puertas a los pajarillos de El Árbol de la Alegría.
MANUEL CAMACHO
____
[1] Nota del autor.- Cántaro de la vida: cántaro de barro construido por aquellos que asumieron el sagrado deber de conseguir para sus hijos un mundo mejor; amasando el barro con su sangre, sudor y lágrimas; y en el que se recoge agua, el agua de la vida, en los días de lluvia para regar las almas en tiempos de sequía. No permitas que los hijos de las sombras (los “tiesteros”) lo rompan para adueñarse de un tiesto que apenas recoge agua para beber una gallina.
miércoles, 17 de julio de 2013
SUEÑOS DE UN POETA (POEMARIO) -SIN PUBLICAR-
PÓRTICO
Crear es
compartir un sueño.
Querido lector:
Hay momentos en la vida de una persona en los que el
cielo es más azul y la tierra más verde; son esos momentos dulces que se viven cuando
alguien o algo te toca el alma. Con esa finalidad, tocarte el alma, ha sido
escrito este poemario, Sueños de un poeta. Espero que tu viaje por sus páginas sea agradable e ilusionante,
y que encuentres en sus versos alas que te permitan volar hacia el mundo de los
sueños: un
mundo sin fronteras y sin relojes.
Busca
la piedra filosofa
en
la cantera del Amor.
En los sueños de un
poeta, el espacio se extiende hasta el infinito y el tiempo se contrae hasta la
inexistencia, ¡son sueños de gloria! Para alcanzarlos, hay que humanizarlos:
trocearlos, vestirlos con hojas verdes e iluminarlos con luz blanca. El poeta
llora, con lágrimas de arrepentimiento, por humanizar sus sueños.
Para ir a la
ciudad de las maravillas, debes coger el tren de la locura y no pasarte de
estación: hay que estar loco, pero sólo lo justo.
MANUEL CAMACHO
martes, 16 de julio de 2013
SENDEROS DE GLORIA (RELATOS PARA CRECER)
PÓRTICO
de buenos pensamientos
si quieres que tus manos
se colmen de buenas obras.
Querido lector:
Nos pasamos la vida buscando la felicidad, y nunca la encontramos; la cosa es bien sencilla, buscamos un bien desconocido y lo hacemos en un lugar equivocado o, lo que es aún peor, ni siquiera buscamos: esperamos en el salón de baile, sentados junto a la pista, a que la felicidad, ese bien desconocido, se acerque a nosotros y nos saque a bailar; ¡ese no es el camino!
Pretendía subir a la montaña
por caminos llanos,
y nunca salió del valle.
Senderos de gloria es un libro de relatos que le pone rostro a la felicidad: La felicidad es el aroma de una flor que brota en el campo de las buenas acciones. Y nos muestra tres lugares donde podemos encontrarla: El paseo de las acacias, relatos de amistad; El patio de los arrayanes, relatos de amor; y El jardín de las camelias rosadas, relatos de almas grandes. El resto, depende de ti:
Si quieres encontrar
el ansiado tesoro de la felicidad,
has de cavar en el lugar
marcado por la cruz.
MANUEL CAMACHO
...
EPÍLOGO
Señor, ayúdame a mantener mi mente
llena de buenos deseos;
y a que éstos se conviertan en obras.
Lo que más ha preocupado siempre a las personas ilustres en la defensa de los derechos fundamentales, muchas de ellas pagaron con su vida el rescate de nuestra libertad, ha sido el “silencio de los buenos”; porque sabían muy bien que para que el mal triunfe basta con que los buenos, la gente de bien, no hagan nada. Y si el mal, encarnado en los hijos de las sombras, triunfa; ¿hacia dónde nos lleva esa situación y en qué lugar quedamos? Las respuestas son sencillas: nos lleva hacia su mundo, el mundo de las tinieblas, un mundo donde reina la inmoralidad, donde abunda la miseria, donde habita el odio, donde crece la amargura...; y quedaríamos en el lugar de los amordazados, de los perseguidos, de los apestados...; en el que debería ser su lugar, el lugar de las sombras.
Elige en qué mundo quieres vivir
y, una vez que elijas,procura que tus palabras y tu conducta
estén a la altura de tu dignidad.
Senderos de gloria es un libro de relatos para crecer que pretende la reflexión del lector para que rompa su silencio, “el silencio de los buenos”, y evite que el mal triunfe; y para que encuentre un camino sin sombras que le conduzca hacia una dicha verdadera: una dicha que sólo puede encontrarse en un mundo libre, luminoso y alegre.
por lo que cantan sus versos;
cúlpale por sus silencios.
MANUEL CAMACHO
lunes, 15 de julio de 2013
AROMAS DE SÁNDALO (POEMARIO)
PÓRTICO
Señor, perdona a este pobre instrumento de barro;
desafinado por el Pecado y quebrado por la vanidad y la ignorancia; sus notas,
Señor, son torpes ruidos; pero, si Tú lo tocas, sonará a música celestial.
Querido lector:
No esperes
levantarte sereno por la mañana, abrir la puerta de tu casa, y encontrar en el
umbral de la puerta aquello que tanto ansías; más bien puede sucederte lo contrario:
que te levantes aturdido, narcotizado, y encuentres que tu casa ha sido
desvalijada mientras dormías.
Las
flores más hermosas de tu vida
brotan
en tu jardín,
sólo
tú te las puedes regalar.
En los poemas que componen este libro encontrarás
luces y sombras: luces que iluminan el
camino de la gloria y sombras que lo ocultan. Olerás la fragancia de plantas
que encierran misterios inherentes a la propia vida: la sabiduría, el amor, la
libertad, la esperanza, la muerte; la virtud. Han nacido con el ánimo de
despertar a las almas nobles para que tomen conciencia de su destino y
contribuyan en la consecución de un mundo mejor. Esto no resulta fácil en medio
de un carnaval donde nada es lo que parece y donde las sombras fabrican los
disfraces; donde las esencias más puras se degradan entre efluvios de alcohol,
de humo y de plástico... Se requiere valor y espíritu de sacrificio sin
límites, heroísmo; pero, es tan alta la recompensa que merece la pena
intentarlo.
Dios pone muchas dificultades en el camino de la gente
virtuosa porque quiere que la estrella de éstos seres de luz brille en el cielo con todo su
esplendor.
MANUEL CAMACHO
sábado, 13 de julio de 2013
ROCÍO DE LA MAR (POEMARIO)
PÓRTICO
Mi infancia son recuerdos de un pueblo en la Axarquía;
mi vida la ilusión por un mundo mejor...
Querido lector:
Gracias por haber llegado hasta este pórtico. Lo cual demuestra que eres una persona que valora su tiempo, y selecciona el camino por el que dirigir sus pasos; que ama la belleza, y la busca en la poesía. Comparto tus sentimientos: ¡ojalá! encuentres en los versos de este poemario, Rocío de la mar, la belleza que anhelas.
La belleza es la imagen de la bondad,
reflejada en el espejo del alma.
Rocío de la mar es un libro de esperanza inspirada en el amor, en un amor vivido; y tiene como objetivo abrir caminos, caminos de palabras, para que nuestra mente transite por ellos desde este mundo oscuro y triste, donde predomina el miedo y la mentira, hasta otro mundo luminoso y alegre, donde reine la audacia y la verdad; un mundo mejor en el que todos los seres que lo habitan den gracias a Dios por haber nacido. Si consigo, con toda mi obra como escritor y poeta, que tan sólo una persona haga el viaje, habrá merecido la pena la dedicación y el esfuerzo empleados en escribirla y no habré vivido en vano.
Que nadie ni nada apague la llama
de la esperanza que arde en tu alma;
mientras permanezca encendida,
existirá la posibilidad de cambiar el mundo.
Su título, Rocío de la mar, es el nombre con el que se conoce al romero: planta aromática y medicinal, con flores de color celeste, que abunda en las montañas cercanas al mar; de ahí el nombre. Y que simboliza el recuerdo, la felicidad y la vida eterna; partes, junto con una primera, titulada La imagen, en torno a las cuales se agrupan los poemas y máximas que componen el libro.
Para transitar por esos caminos de palabras sin desviarse de la buena senda y disfrutar de la belleza del viaje; se requiere inspirar con hondura el aroma de los campos de romero por los que transcurre las palabras.
Los hombres construyen muchos puentes
a lo largo del camino por el que transitan;
cada puente es una página arrancada
del diario de su vida.
MANUEL CAMACHO
Os espero en su lectura. Podéis encontrarlo pinchando en la siguiente imagen (portada del poemario Rocío de la mar):
Mi infancia son recuerdos de un pueblo en la Axarquía;
mi vida la ilusión por un mundo mejor...
Querido lector:
Gracias por haber llegado hasta este pórtico. Lo cual demuestra que eres una persona que valora su tiempo, y selecciona el camino por el que dirigir sus pasos; que ama la belleza, y la busca en la poesía. Comparto tus sentimientos: ¡ojalá! encuentres en los versos de este poemario, Rocío de la mar, la belleza que anhelas.
La belleza es la imagen de la bondad,
reflejada en el espejo del alma.
Rocío de la mar es un libro de esperanza inspirada en el amor, en un amor vivido; y tiene como objetivo abrir caminos, caminos de palabras, para que nuestra mente transite por ellos desde este mundo oscuro y triste, donde predomina el miedo y la mentira, hasta otro mundo luminoso y alegre, donde reine la audacia y la verdad; un mundo mejor en el que todos los seres que lo habitan den gracias a Dios por haber nacido. Si consigo, con toda mi obra como escritor y poeta, que tan sólo una persona haga el viaje, habrá merecido la pena la dedicación y el esfuerzo empleados en escribirla y no habré vivido en vano.
Que nadie ni nada apague la llama
de la esperanza que arde en tu alma;
mientras permanezca encendida,
existirá la posibilidad de cambiar el mundo.
Su título, Rocío de la mar, es el nombre con el que se conoce al romero: planta aromática y medicinal, con flores de color celeste, que abunda en las montañas cercanas al mar; de ahí el nombre. Y que simboliza el recuerdo, la felicidad y la vida eterna; partes, junto con una primera, titulada La imagen, en torno a las cuales se agrupan los poemas y máximas que componen el libro.
Para transitar por esos caminos de palabras sin desviarse de la buena senda y disfrutar de la belleza del viaje; se requiere inspirar con hondura el aroma de los campos de romero por los que transcurre las palabras.
Los hombres construyen muchos puentes
a lo largo del camino por el que transitan;
cada puente es una página arrancada
del diario de su vida.
MANUEL CAMACHO
Os espero en su lectura. Podéis encontrarlo pinchando en la siguiente imagen (portada del poemario Rocío de la mar):
lunes, 8 de julio de 2013
viernes, 5 de julio de 2013
SIN DUEÑO
EN
LA TARDE VERDE
I
En la tarde verde;
a la sombra fresca
de una vieja parra,
de una parra vieja;
descansa el viajante.
La apacible brisa;
brisa de la tarde,
de la tarde verde,
de la verde tarde;
le acaricia el rostro.
El rumor de hojas;
hojas de la parra,
de la parra vieja
de la vieja parra;
le traen la calma.
El viajante canta,
el viajante sueña;
y al tiempo que canta,
y al tiempo que sueña,
desgrana un racimo
de doradas uvas;
uvas de la parra,
de la parra vieja,
de la vieja parra;
son uvas rendidas
que rinden el alma.
M. Camacho
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