viernes, 5 de julio de 2013

SIN DUEÑO





                                              EN LA TARDE VERDE I
 

   En la tarde verde;
   a la sombra fresca
   de una vieja parra,
   de una parra vieja;
   descansa el viajante. 

   La apacible brisa;
   brisa de la tarde,
   de la tarde verde,
   de la verde tarde;
   le acaricia el rostro. 

   El rumor de hojas;
   hojas de la parra,
   de la parra vieja
   de la vieja parra;
   le traen la calma. 

   El viajante canta,
   el viajante sueña;
   y al tiempo que canta,
   y al tiempo que sueña,
   desgrana un racimo
   de doradas uvas;
   uvas de la parra,
   de la parra vieja,
   de la vieja parra;
   son uvas rendidas
   que rinden el alma.
 
                 M. Camacho
 

No hay comentarios: