AMIGOS DEL ARTE, MADRID: CENA BENÉFICA-PREMIOS
(SEPTIEMBRE 2022)
INVITADO DE HONOR: MANUEL CAMACHO
Vive la vida, amigo,
vive la vida; ¡sé feliz
en el camino!
La muerte verdadera
consiste en estar vivo,
y no vivir.
Queridos amigos, ¡Buenas noches! con fragancia de claveles rojos que simbolizan un amor vivo y puro.
Quiero, en primer lugar, felicitar a los premiados esta noche y a las personas que les hacen entrega del merecido galardón. Así como, manifestar mi profunda gratitud: a la Asociación de Artistas, Creadores y Escritores de Madrid, tan espléndidamente representados por su vicepresidenta Dña. María Manuela (Mayla) de Barbeito); asociación que, con el noble fin de fomentar la cultura y el espíritu creativo, mediante el reconocimiento de los méritos y bondad de unas personalidades, y de contribuir a una causa benéfica, nos convoca para que disfrutemos de una bella y hermosa velada; y a todos los presentes, visibles e invisibles, que lo hacen posibles, dando vida, con su participación, en la parte que a cada uno le corresponde, a un bello y hermoso acto de amor.
En segundo lugar, manifestar mi deseo de felicidad para todos los presentes, visibles e invisibles, en este momento del día y en todos los momentos de todos los días de todos los años de una larga vida. No es difícil, se trata, tan sólo, de vivir con entusiasmo (que significa: “Dios en el corazón”, vivir en el amor), de no caer en el desaliento. Dice una leyenda que: “En la sublevación de los ángeles, encontrándose los rebeldes rodeados por los leales, el cabecilla de aquellos (llamado Luzbel, que pasó, desde entonces, a llamarse Lucifer), tan sólo ponía una condición para deponer su actitud y entregarse: “Que se le concediese el poder sobre el desaliento”. Sabía muy bien que con este poder podía dominar el mundo.
Por ello os pido que seáis felices, que viváis con entusiasmo; que rechacéis el desaliento: “No podemos evitar que los pájaros del desaliento revoloteen sobre nuestra cabeza; pero sí, impedir que aniden en nuestra mente”.
Y para terminar, un poema; su título, “Infelicidad, el peor de los males”. Lo encabeza un epígrafe que dice:
Dios te da la caña
para pescar la felicidad,
y un mar poblado de peces...;
el resto, de ti depende.
Y sigue:
Sé feliz, ¡por favor!,
sé feliz.
La infelicidad es
el peor de los males de este mundo:
porque convierte a las personas
en seres vulnerables;
en pajarillos
heridos (con las alas rotas),
en presas fáciles
para las alimañas.
Sé feliz, ¡por favor!,
sé feliz.
La infelicidad es
el peor de los males de este mundo:
porque te parte el alma,
porque te duele,
porque te hiere,
porque te mata.
Sé feliz, ¡por favor!,
sé feliz...
¡Muchas gracias!: Sed felices, “El Amor es el Camino”.
MANUEL CAMACHO