El amor brota en el corazón;
el deseo de amar, en el alma.
Quisiera
que la vida fuera hermosa;
quisiera
revelarte mis secretos;
sentir que
mi alma se libera,
que tú
sabes lo mucho que te quiero.
Quisiera
que tus ojos me miraran;
quisiera no
ser causa de tu enojo;
mirarte y
ver mi rostro reflejado
en las
pupilas de tus ojos.
Quisiera
que mi vida fuera tuya;
quisiera
oír tu voz que la reclama;
mirar muy
despacito tus encantos;
llenar con
su sabor toda mi alma.
Quisiera
encontrarme con la luna;
quisiera caminar por el desierto;
sentir que
el alma se me escapa
para ir
volando hacia tu encuentro.
Quisiera
que tu noche fuera día;
quisiera
que tu día fuera eterno;
beber el
jugo de tus labios,
fundir tu
cuerpo con mi cuerpo.
Quisiera que la gente se quisiera;
quisiera
desterrar el sufrimiento;
sentir que
nuestro amor es muy hermoso,
que ha sido
bendecido por el cielo.
Quisiera
que reinara la esperanza;
quisiera
ver brillar el universo;
dormir,
y levantarme cada día
sonriendo
al recodar mis dulces sueños.
M. Camacho
