martes, 29 de marzo de 2016

HOY SÉ... (SOBRE LA BELLEZA Y LA HERMOSURA I)






Señor, ayúdame a descubrir el misterio de la vida para que pueda gozar de tanta belleza y hermosura.





Hoy sé que el arte es el trono de la belleza.

Hoy sé que se debe ejercitar la imaginación en la creación de imágenes bellas, inspiradas en la excelencia; y no vivir sólo de las imágenes que otros preparan para ti.

Hoy sé que para poder crear algo bello, tienes que llenarte de entusiasmo.

Hoy sé que debemos pedir que las musas soplen a todos los poetas del mundo; y que el canto de sus versos suene acorde con la música de las estrellas en un hermoso poema de Amor.

Hoy sé que el secreto de amor es el más bello de los secretos.

Hoy sé que la belleza no tiene dueño, pertenece a todo el que sabe apreciarla.

Hoy sé que con los ojos cerrados, no se puede apreciar la belleza de la naturaleza.

Hoy sé que hay más paisaje y más belleza de ojos adentro que de ojos afuera.

Hoy sé que la idea de compartir es la flor más hermosa del jardín de la vida.

Hoy sé que las rosas no tienen que demostrar su belleza...

Hoy sé que nada embellece más que la bondad, y que nada reluce tanto como la generosidad.

Hoy sé que la belleza es la imagen de la bondad, reflejada en el espejo del alma.

Hoy sé que el hábito sí hace al monje: “Cubrió su cuerpo con pétalos de rosa para participar en el carnaval de las flores; cuando se quitó el disfraz, encontró su cuerpo convertido en un hermoso rosal”.

Hoy sé que la virginidad es el regalo más bello y hermoso que una persona puede ofrecer a su pareja la noche de boda.

Hoy sé que es hermoso equivocarse: si no nos equivocásemos, no podríamos gozar de la belleza del perdón.

Hoy sé que debo mantener vivo el más hermoso de los deseos: ¡verte siempre con una sonrisa en el rostro!

Hoy sé que la familia es un proyecto común de todos sus miembros, ¡la obra más hermosa que pueden emprender los seres humanos! Es preciso que todos los miembros participen en el proyecto; de lo contrario, la obra se resiente, se tambalea, y hasta puede llegar a derrumbarse. Reflexiona sobre todo lo que tu familia te ofrece, y sobre lo que tú aportas; tal vez estés a tiempo de evitar la mayor tragedia de tu vida.

Hoy sé que si allanas las cañadas (las arrugas), se encharcarán los campos; y se perderán las cosechas (la sabiduría y la belleza de los años).

Hoy sé que el tiempo puede llevarse tu hermosura, pero no puede arrebatarte la belleza.

Hoy sé que no se bebe cambiar salud por belleza: la belleza sin salud es una flor marchita.
  
                                                              M. Camacho