... Las sombras
no tienen alma.
Ahora,
que la carga vírica es muy pequeña;
todos
nuestros esfuerzos deberían centrarse
en
potenciar nuestras defensas,
nuestro
sistema inmunológico:
libertad
y confianza, belleza y alegría
trabajo
y dignidad...; sosiego;
para
hacer frente a un hipotético
rebrote
o mutación del virus
la
próxima estación.
Pero no
sopla el viento
en esa
dirección...
Ahora,
que la carga vírica es muy pequeña;
obligan
a seguir, bajo amenaza
de una
fuerte sanción,
unas
normas que fueron despreciadas
cuando
la carga vírica era enorme
y las
campanas redoblaban.
Criminal
actitud que convirtió
la
avispa en avispero,
el
viento en huracán,
el
oleaje en maremoto...;
y puso
un rostro falso
a la
muerte; a la muerte que mató,
que
mató a tanta gente.
Mas, lo
que entonces despreciaron,
ahora quieren
imponerlo...
Acaso;
ignoran los “expertos”,
o tratan
de ignorar,
que lo que
en un momento
te da
la vida, en otro
te la puede
quitar...
¿A qué
juegan estos malditos?
A
malditos.
¿Dónde
juegan estos malditos?
En el
infierno.
¿Con
quiénes juegan los malditos?
Con los
muertos, sí, con los muertos:
“La
muerte verdadera
consiste en estar vivo, y no vivir”.
¡Resucita,
hombre, resucita; y vive..!
M.
Camacho