lunes, 25 de mayo de 2020

¡BASTA YA!





Las flores más hermosas de tu vida

(libertad, entusiasmo, nobleza, dignidad...)

brotan en tu jardín,

sólo tú te las puedes regalar.








Cuando, en un mar de tempestades,
los hijos del averno,
en aras del poder, se abrazan;
se produce un tsunami
que arrasa las cosechas
y produce decenas, y decenas,
de miles de cadáveres.
Los malditos demonios
no asumen su responsabilidad:
“ Dicen que son la brisa,
y culpan de sus crímenes al viento”.
La hambruna que le sigue
multiplica los muertos;
y, cuando nada queda,
cuando llega el invierno;
los satánicos hijos
abandonan el puesto,
y con ellos se llevan
hasta el última aliento;
tierra quemada,
es el rastro que dejan
cuando dejan el puesto.
Detrás vendrán los otros
para poner remedio;
mientras, ellos esperan,
tras el oscuro velo
de la conspiración,
la nueva primavera:
la historia se repite.

Cuando el poder y la maldad se casan,
nace una despiadada tiranía;
donde todo lo malo pasa.
Y lo peor de todo,
de todo  lo que pasa,
es que no pasa nada;
donde tanto ha pasado, donde tanto
está pasando..:

Han ocultado el sol,
desenterrado la mentira,
creado confusión en las conciencias.

Han sembrado el recelo,
la frialdad...; el terror
de la gente a la gente.

Han roto, de abandono,
el frágil corazón de los mayores;
hasta morir de oscura soledad.

Han quebrado,
de extremo sentimiento,
el alma atribulada
de aquellos deudos
que no pudieron abonar su deuda
de amor eterno.

Han infundido el miedo
en el ADN de los niños;
hasta matar la infancia.

Han  robado las flores,
los aromas, la luz...;
la primavera; que
extraña a sus amantes,
y llora las ausencias.

Han sepultado la sonrisa,
la poesía, la belleza,
lo  sublime, el misterio...;
los sustentos del alma.

Han prohibido los besos,
los abrazos, los sueños...;
el amor, que es la vida:
“Vivimos como amamos”;
si no hay amor no hay vida.

Han secuestrado el tiempo,
nuestro tiempo;
pero no pasa nada,
“resistiremos”:
porque somos los héroes,
los héroes del mundo;
porque estamos contentos,
y matamos las horas
aplaudiendo, aplaudiendo...

Han arrancado hermosas páginas
del libro de la vida:
una quiebra en la senda;
una historia incompleta...

Cuando los miedos muerden
el alma de la gente,
la gente llama vida
a lo que sólo es muerte.

¡Resucita, hombre, resucita!;
y lucha por tu dignidad
con valor; y sin miedo al miedo,
y sin miedo a la muerte:
“No se puede matar un muerto”.

¡Basta ya! ¡Basta ya..!:
de tanto satanismo,
de tanta incompetencia,
de tanta hipocresía,
de tanta cobardía,
de tanto candidismo.

¡Basta ya! ¡Basta ya..!:
de tanto carroñero,
de tanta podredumbre,
de tanto malnacido,
de tanto culo agradecido,
de tanto miedo al miedo.

¡Basta ya! ¡Basta ya..!:
de tanta falsedad,
de tanta manipulación,
de tanta esclavitud,
de tanto servilismo,
de tanta indignidad...

Cuando se pierde
la dignidad,
y quieres merecer
un poco de respeto;
sólo puedes hacer
una cosa:
vivir, únicamente,
para recuperarla.

No me quema
el fuego del infiero,
sino el hielo
que cubre la montaña.

No, no odio a los malditos; porque:
“El odio es la ceniza del amor”,
y nunca los amé.
Mas, los desprecio;
por la vileza de sus actos.
Y desprecio a aquellos
que les dan alas,
a los palmeros de maldades,
porque: “Los besos al demonio son
bofetadas a Dios”.
Y a mi propia persona
desprecio; por vivir
muerto, y no incinerar
mi cuerpo.

Recuerda, hombre recuerda:
“Los héroes resisten, y resisten...;
pero no mueren aplaudiendo,
mueren luchando”.

                                M. Camacho