domingo, 9 de febrero de 2014

MOMENTOS DULCES


ENCUENTRO INTERCULTURAL. TÚNEZ EN LA LITERATURA
(Madrid, seis de febrero de 2014)

PRIMERA PARTE: MOMENTOS DULCES


Queridos amigos: Buenas tardes, con aromas de madreselva.

Quiero, a efectos de presentación personal, iniciar mi participación en este Encuentro con un pequeño poema, de aires machadianos en sus primeros verso, titulado Un mundo de luz; dice así:

Mi infancia son recuerdos
de un pueblo en la Axarquía[1];
mi vida, la ilusión
por un mundo mejor:
un mundo donde reine la justicia,
un mundo donde brille la esperanza,
un mundo donde se respire Amor.

Y sigo:

Hay momentos en la vida de las personas en los que el cielo es más azul y la tierra más verde; son esos momentos dulces que se viven cuando alguien o algo nos toca el alma. Momentos dulces como los que, sin duda, están viviendo, en estos días, nuestros amigos tunecinos; con motivo de la reciente aprobación de su Constitución democrática, en la que se recoge la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Les felicito por ello. Y aprovecho estos otros momentos, los de mi participación en el presente Encuentro, para decirles, y decirme, que una constitución no es el final de la lucha por la libertad, ni siquiera es el principio; es tan solo  la prueba de que hay que seguir luchando: una constitución es un texto negociado por gente condicionada por fuertes ideologías (los políticos); que sólo piensan en sacar el máximo provecho de todas las situaciones que se viven en su país; que tratarán, a la hora de aplicar el texto negociado, de llevarlo a su terreno; ellos son los primeros en no creer en la Constitución. No les interesa un mundo multicolor habitado por personas libres, luminosas y alegres; quieren un mundo gris en el que todos piensen y actúen según sus consignas, un mundo en el que la Verdad sea su verdad.

La democracia es un sol muy hermoso que encandila el alma de la gente sencilla. Pero vienen los hijos de las sombras y le roban la luz, convirtiendo el día en una noche tenebrosa; saben muy bien que la luz desvanece sus cuerpos.
No hay peores enemigos de la Democracia que aquellos que consiguen que los que más la aman acaben odiándola.

Si amas la libertad, la verdadera libertad, mantente alerta; hay muchos falsos demócratas en el mundo, y: “Detrás de cada falso demócrata, se esconde un tirano”.

No, amigos míos, una Constitución no es el final de la lucha por la libertad, ni siquiera es el principio; es tan solo la prueba de que debemos seguir luchando. La verdadera Constitución, la única Ley de Leyes, debería ser la Ley Natural, esa que está grabada en el corazón de la gente, de la buena gente. No es una conquista que una ley diga que las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres, eso forma parte de la Ley Natural, eso ya está escrito en el corazón de la gente, de la buena gente; la verdadera conquista sería que no existiese ninguna ley, en todo el mundo, que diga lo contrario. No, no es una conquista conseguir una Constitución,  como la española, que permita el desarrollo de una ley que establece el derecho de las mujeres a abortar: a matar, a descuartizar, a los seres humanos más inocentes e indefensos (los no nacidos), por el hecho de que vengan a este mundo con una malformación o de que  su presencia en el mismo resulte incómoda (en España se producen más de cien mil abortos cada año); la verdadera conquista sería que no existiese en todo el mundo ni una sola Constitución que lo permitiese, ni nadie ni nada que lo justifique...

Señor, dame fuerzas para luchar; valor para morir, si fuese preciso, en la lucha; y juicio para luchar y morir por la verdad.

No, amigos míos, la Constitución no es el final de la lucha por la libertad, ni siquiera es el principio; es tan solo la prueba de que debemos seguir luchando.

                                                                
                                                                                                  MANUEL CAMACHO


[1] Axarquía: comarca hermosa de Málaga la bella.