Mi infancia son recuerdos de un pueblo en la Axarquía; mi vida, la ilusión por un mundo mejor... Si compartes esta ilusión, aquí tienes un espacio para sembrar la esperanza.
sábado, 13 de julio de 2013
ROCÍO DE LA MAR (POEMARIO)
PÓRTICO
Mi infancia son recuerdos de un pueblo en la Axarquía;
mi vida la ilusión por un mundo mejor...
Querido lector:
Gracias por haber llegado hasta este pórtico. Lo cual demuestra que eres una persona que valora su tiempo, y selecciona el camino por el que dirigir sus pasos; que ama la belleza, y la busca en la poesía. Comparto tus sentimientos: ¡ojalá! encuentres en los versos de este poemario, Rocío de la mar, la belleza que anhelas.
La belleza es la imagen de la bondad,
reflejada en el espejo del alma.
Rocío de la mar es un libro de esperanza inspirada en el amor, en un amor vivido; y tiene como objetivo abrir caminos, caminos de palabras, para que nuestra mente transite por ellos desde este mundo oscuro y triste, donde predomina el miedo y la mentira, hasta otro mundo luminoso y alegre, donde reine la audacia y la verdad; un mundo mejor en el que todos los seres que lo habitan den gracias a Dios por haber nacido. Si consigo, con toda mi obra como escritor y poeta, que tan sólo una persona haga el viaje, habrá merecido la pena la dedicación y el esfuerzo empleados en escribirla y no habré vivido en vano.
Que nadie ni nada apague la llama
de la esperanza que arde en tu alma;
mientras permanezca encendida,
existirá la posibilidad de cambiar el mundo.
Su título, Rocío de la mar, es el nombre con el que se conoce al romero: planta aromática y medicinal, con flores de color celeste, que abunda en las montañas cercanas al mar; de ahí el nombre. Y que simboliza el recuerdo, la felicidad y la vida eterna; partes, junto con una primera, titulada La imagen, en torno a las cuales se agrupan los poemas y máximas que componen el libro.
Para transitar por esos caminos de palabras sin desviarse de la buena senda y disfrutar de la belleza del viaje; se requiere inspirar con hondura el aroma de los campos de romero por los que transcurre las palabras.
Los hombres construyen muchos puentes
a lo largo del camino por el que transitan;
cada puente es una página arrancada
del diario de su vida.
MANUEL CAMACHO
Os espero en su lectura. Podéis encontrarlo pinchando en la siguiente imagen (portada del poemario Rocío de la mar):
Mi infancia son recuerdos de un pueblo en la Axarquía;
mi vida la ilusión por un mundo mejor...
Querido lector:
Gracias por haber llegado hasta este pórtico. Lo cual demuestra que eres una persona que valora su tiempo, y selecciona el camino por el que dirigir sus pasos; que ama la belleza, y la busca en la poesía. Comparto tus sentimientos: ¡ojalá! encuentres en los versos de este poemario, Rocío de la mar, la belleza que anhelas.
La belleza es la imagen de la bondad,
reflejada en el espejo del alma.
Rocío de la mar es un libro de esperanza inspirada en el amor, en un amor vivido; y tiene como objetivo abrir caminos, caminos de palabras, para que nuestra mente transite por ellos desde este mundo oscuro y triste, donde predomina el miedo y la mentira, hasta otro mundo luminoso y alegre, donde reine la audacia y la verdad; un mundo mejor en el que todos los seres que lo habitan den gracias a Dios por haber nacido. Si consigo, con toda mi obra como escritor y poeta, que tan sólo una persona haga el viaje, habrá merecido la pena la dedicación y el esfuerzo empleados en escribirla y no habré vivido en vano.
Que nadie ni nada apague la llama
de la esperanza que arde en tu alma;
mientras permanezca encendida,
existirá la posibilidad de cambiar el mundo.
Su título, Rocío de la mar, es el nombre con el que se conoce al romero: planta aromática y medicinal, con flores de color celeste, que abunda en las montañas cercanas al mar; de ahí el nombre. Y que simboliza el recuerdo, la felicidad y la vida eterna; partes, junto con una primera, titulada La imagen, en torno a las cuales se agrupan los poemas y máximas que componen el libro.
Para transitar por esos caminos de palabras sin desviarse de la buena senda y disfrutar de la belleza del viaje; se requiere inspirar con hondura el aroma de los campos de romero por los que transcurre las palabras.
Los hombres construyen muchos puentes
a lo largo del camino por el que transitan;
cada puente es una página arrancada
del diario de su vida.
MANUEL CAMACHO
Os espero en su lectura. Podéis encontrarlo pinchando en la siguiente imagen (portada del poemario Rocío de la mar):
lunes, 8 de julio de 2013
viernes, 5 de julio de 2013
SIN DUEÑO
EN
LA TARDE VERDE
I
En la tarde verde;
a la sombra fresca
de una vieja parra,
de una parra vieja;
descansa el viajante.
La apacible brisa;
brisa de la tarde,
de la tarde verde,
de la verde tarde;
le acaricia el rostro.
El rumor de hojas;
hojas de la parra,
de la parra vieja
de la vieja parra;
le traen la calma.
El viajante canta,
el viajante sueña;
y al tiempo que canta,
y al tiempo que sueña,
desgrana un racimo
de doradas uvas;
uvas de la parra,
de la parra vieja,
de la vieja parra;
son uvas rendidas
que rinden el alma.
M. Camacho
miércoles, 3 de julio de 2013
CON LA LUZ DEL ALMA
PENAS
CON ESPERANZA
Aunque
te cueste creerlo,
quiero
vivir con mis penas:
penas
negras, penas blancas;
penas
que hieren, que alivian;
penas
que te causan pena
en
lo profundo del alma;
penas
que arrancan sonrisas
de
los campos estelares;
penas
que llenan mi vida
de
recuerdos imborrables;
recuerdos
que me acompañan
y
matan mis soledades.
Quiero
que no se marchiten;
quiero
que nunca se vayan;
quiero
que sigan conmigo
de
noche, por la mañana,
a
todas horas del día,
de
días que nunca acaban;
que
se queden para siempre
dentro,
muy dentro del alma.
Porque
si ellas se marchitan;
se marchitan o se marchan,
me
quedaría vacío,
con
el cuerpo, sin el alma;
porque
mis penas, amigo,
son
penas con esperanza;
penas
que a mi me recuerdan
un
amor que nunca acaba;
un
amor que crece y crece,
y
llena el tronco de ramas;
un
amor que se desnuda,
se
desnuda de su cuerpo,
y
desnudo me acompaña;
para
no dejarme solo,
con
el cuerpo, sin el alma.
Por
eso, amigo, por eso,
aunque
te cueste creerlo,
quiero
vivir con mis penas;
porque
mis penas, amigo,
son
penas con esperanza.
Manuel Camacho
sábado, 29 de junio de 2013
EL PODER DE DIOS
CAPÍTULO I
DULCE PARTIDA
Nada hay tan cierto como la muerte, ni tan sublime; ¡bendita muerte, si llega a tiempo y sin violencia! Entonces; ¿por qué le tenemos tanto miedo?; ¿por qué se nos rompe el alma cuando se muere un ser querido? Las respuestas son sencillas: porque le hemos cortado las alas al Amor, y lo hemos convertido en un ave de corral; y porque no escuchamos las voces de los que “se fueron antes”; como las que se recogen en el siguiente poema:
SIN CADENAS
¡Si me quieres, escúchame!
La muerte
no es una despedida,
es un encuentro con la eternidad;
no es el final,
es el comienzo de una nueva vida;
de un sueño mágico.
Aquí no hay guerras ni discordias,
reina una dulce calma, una paz absoluta.
Aquí no hay gritos,
tan sólo se oyen los susurros del amor.
Aquí no hay sombras ni mentiras,
la luz de la verdad
alumbra todos los rincones.
Aquí no hay luna,
todos los cuerpos brillan con luz propia.
Aquí no hay sufrimientos,
todo sucede
con perfección divina;
el único dolor que siento, es tu dolor.
Lo más bello de esta situación,
que todo sigue igual;
que entre nosotros, nada
importante ha cambiado.
Yo sigo siendo yo, tú sigues siendo tú;
lo que éramos el uno para el otro,
seguimos siéndolo.
Sólo que, me he hecho invisible
a los ojos del mundo;
porque me he desprendido
del traje que refleja
la luz de los sentidos.
Pero tú puedes verme,
y oírme, y abrazarme…:
porque estoy dentro de tu corazón;
porque nos amamos,
y para el amor nada es imposible.
Cierra los ojos, y verás mi rostro;
abre bien los oídos, y oirás mi sonrisa.
Ríe conmigo,
como antes te reías;
háblame,
como siempre me hablaste;
abrázame,
con tu tierna mirada,
como solías abrazarme.
Quiero escuchar la música
de tus alegres risas;
quiero oír el mensaje
de tus dulces palabras;
y sentir el calor
de tus tiernos abrazos.
Quiero lo que he querido siempre;
¡que seas muy feliz!
Lo ves, todo está bien;
y sigue igual que antes;
entre nosotros, nada
importante ha cambiado.
La muerte no es un ser extraño;
es un amigo fiel que nos libera
de la horrenda cadena
de la decrepitud.
Todos tenemos que morir.
Nada hay tan cierto
ni tan sublime;
¡bendita muerte
si llega a tiempo
y sin violencia!
Por ello, mi alma grita
en profundo silencio:
¡Si de veras me quieres;
enjuga tus lágrimas, y sonríe!
CAPÍTULO II
CUANDO EL RELOJ ADELANTA
El mundo es una lágrima de amor.
En algunos casos, no se pueden enjugar las lágrimas; y, mucho menos, sonreír; son aquellos en los que la muerte adelanta su reloj, cuando se lleva a una criatura joven. En estos casos, la muerte no es sublime y las respuestas no convencen; el único remedio es aceptar lo irremediable; y, a ello, puede ayudarnos pensar que “no estamos solos” y, tal vez, reflexionar sobre la siguiente fábula y poemas:
FÁBULA DE EUSEBIO Y ALBA
Hace mucho tiempo llegó a nuestra tierra, procedente del lejano oriente, una mujer y sus dos hijos, Eusebio y Alba, de corta edad. Al poco de llegar, la mujer cayó enferma; y los dos niños cuidaban de ella con mucho cariño y trabajaban duramente para ganarse el sustento. La madre, enternecida por el comportamiento tan extraordinario de piedad y amor de sus hijos, le pidió al cielo que concediese a aquellos lo que más les conviniese; y apenas pronunció sus votos cuando los dos hermanos cayeron en un profundo sueño del que nunca despertaron.
Debe entenderse la fábula que “nada hay más conveniente, para la persona virtuosa, que el no vivir expuesto a las maldades del mundo”. Ella, la madre, no lograba entenderlo, y jamás dejó de llorar; las lágrimas inundaron los campos de sus sonrisas, pero no apagaron el brillo de sus ojos.
PROLOQUIO DE LA ROSA
El Señor corta
las más hermosas rosas
del jardín de la vida
para adornar el cielo.
RECUERDOS
Se apagó el sol
que alumbraba mi vida,
y me envolvió la noche;
entonces, miré al cielo;
y lo hallé abarrotado
de encendidas estrellas.
ALMA ROTA
Su temprana partida,
el profundo vacío que dejó,
me rompió el alma en mil pedazos;
mas, vinieron sus vivos
y adorables recuerdos;
y, trocito a trocito,
los han ido pegando...
AUNQUE REVIENTEN MIS VENAS
… Señor, si Tú lo has querido,
bendita sea mi pena;
aunque no pueda entenderlo;
aunque revienten mis venas.
CAPÍTULO III
FINAL DEL TRAYECTO, EL REENCUENTRO
No, “no es que hayan muerto, se fueron antes”; tomaron uno de los trenes anteriores; y aguardan tranquilos a que llegue el nuestro. Ellos saldrán a recibirnos e iluminarán cada rincón oscuro y tenebroso del valle de las sombras para que podamos atravesarlo sin sobresaltos: serán nuestros guías; no caminaremos solos por los senderos de la eternidad.
MANUEL CAMACHO
[1] “No es que hayan muerto, se fueron antes”; dice el bello proloquio inglés.
martes, 18 de junio de 2013
lunes, 17 de junio de 2013
domingo, 16 de junio de 2013
FÉNIX
Me atormenta la vida;
me consume viviren un mundo habitado por cobardes,
donde el aire huele a miedo.
Me atormenta la vida;
me consume vivir
en un campo sembrado de despojos,
donde los buitres tienen su morada.
Me atormenta la vida;
me consume vivir
en un vientre poblado de almas muertas,
donde los zombis sueñan con ser hombres.
Me atormenta la vida;
me consume vivir
en un cuerpo sin alma:
que ha cosido sus ojos
para no ver las injusticias;
que ha taponado sus oídos
para no oír la voz de su conciencia;
que ha fijado una pinza en su nariz
para no oler sus miedos;
que ha grapado su boca
para no despertar a las rapiñas;
que ha amarrado sus manos
para no asir la espada.
Quiero acabar con este sufrimiento:
romper este proyecto de persona,
y reinventar un hombre nuevo.
Quiero acabar con esta vida:
salir del ataúd en el que vivo,
incinerar mi cuerpo;
¡y renacer de mis cenizas!
M. Camacho
MUERTOS DE MIEDO
Roban el alma de los hombres,
y nadie, nadie
persigue a los ladrones;
¿dónde los hombres, dónde?
Chupan la sangre de los hombres,
y nadie, nadie
clava una estaca;
¿dónde los hombres, dónde?
Secuestran los derechos de los hombres,
y nadie, nadie
acude a rescatarlos;
¿dónde los hombres, dónde?
Matan a los amigos de los hombres,
y nadie, nadie
reclama los cadáveres;
¿dónde los hombres, dónde?
¿Dónde los hombres, dónde?;
¿dónde están, dónde?
Muertos, todos los hombres están muertos;
el miedo los mató.
M. Camacho
sábado, 15 de junio de 2013
INVERTIR EN FELICIDAD
Hacer lo correcto, es invertir en felicidad: la felicidad no consiste en hacer lo que te gusta; sino en hacer aquello que debes hacer, y conseguir que te guste lo que haces.
LA DICHA MÁS BUSCADA
mas pocos son aquellos que emprenden la cruzada
y menos los que lo hacen sin armas, con azadas,
sembrando los caminos de amor y de esperanza.
Allá, en el año diez, la centuria pasada,
nació una criatura de gracia iluminada
que a orillas de caminos alzó dulces moradas
y halló, entre los pobres, la dicha más buscada.
Su cuerpo era un sarmiento, su cara mil cañadas;
sus ojos, dos espejos de muy clara mirada;
y su alma, pan bendito que a muchos sustentaba.
Teresa de Calcuta, así fue bautizada.
M. Camacho
viernes, 14 de junio de 2013
SIEMBRA DE AMOR
Los misterios son estrellas lejanas de las que aún no nos ha llegado la luz.
SIEMBRA DE AMOR
Tú sabes, Señor, que te busco
a cada momento del día;
Tú sabes, Señor, que te adoro
con todo el amor de mi vida.
Alumbra mi oscuro camino;
tropieza conmigo, Señor.
Tú llenas mi cuerpo de aliento,
y mi alma la siembras de amor.
A veces, te siento muy lejos;
y noto un enorme vacío.
Mi vida sin Ti es un desierto;
en él, yo me encuentro perdido.
Alumbra mi oscuro camino;
tropieza conmigo, Señor.
Tú llenas mi cuerpo de aliento,
y mi alma la siembras de amor.
No dejes que viva perdido;
disipa mis dudas de amor;
alivia el dolor de mi pecho:
atiende mis ruegos, Señor.
Alumbra mi oscuro camino;
tropieza conmigo, Señor.
Tú llenas mi cuerpo de aliento,
y mi alma la siembras de amor.
Anoche, mirando a la luna,
mi cuerpo se lleno de sol;
se fueron volando las dudas:
mi vida de amor se colmó.
Alumbra mi oscuro camino;
tropieza conmigo, Señor.
Tú llenas mi cuerpo de aliento,
y mi alma la siembras de amor.
M. Camacho
jueves, 13 de junio de 2013
EL DINERO FÁCIL
El dinero fácil es el cebo que más se utiliza para cazar a los hombres.
DE QUÉ ME PUEDO QUEJAR
No tengo piedras
preciosas
ni perlas que contemplar;
pero tengo las estrellas,
¿de qué me puedo quejar?
No tengo coches de lujo
ni caballos que montar;
pero tengo buenas piernas,
¿de qué me puedo quejar?
No tengo campos inmensos
para poder pasear;
pero tengo lindos parques,
¿de qué me puedo quejar?
No tengo fiel mayordomo
ni mozos para mandar;
pero sí buenos amigos,
¿de qué me puedo quejar?
No bebo Dom perignon
ni puedo comer caviar;
pero me gusta el gazpacho,
¿de qué me puedo quejar?
No tengo barcos privados
ni aviones para volar;
pero tengo hermosos sueños,
¿de qué me puedo quejar?
M. Camacho
DE QUÉ ME PUEDO QUEJAR
ni perlas que contemplar;
pero tengo las estrellas,
¿de qué me puedo quejar?
No tengo coches de lujo
ni caballos que montar;
pero tengo buenas piernas,
¿de qué me puedo quejar?
No tengo campos inmensos
para poder pasear;
pero tengo lindos parques,
¿de qué me puedo quejar?
No tengo fiel mayordomo
ni mozos para mandar;
pero sí buenos amigos,
¿de qué me puedo quejar?
No bebo Dom perignon
ni puedo comer caviar;
pero me gusta el gazpacho,
¿de qué me puedo quejar?
No tengo barcos privados
ni aviones para volar;
pero tengo hermosos sueños,
¿de qué me puedo quejar?
M. Camacho
miércoles, 12 de junio de 2013
CANCIONES PARA UN AMOR DULCE
La amistad es un amor dulce.
MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS
una bonita canción
para cantar en el campo
cuando vaya de excursión?
Debe narrar una historia
que cuente de algún lugar,
más allá de las montañas,
donde reine la amistad.
¿Quién quiere vivir conmigo
una sublime aventura
entre ríos y entre valles;
entre montes y llanuras?
Si las musas no nos soplan,
y la historia no se encuentra,
le pediremos al viento
que nos susurre la letra.
¿Quién quiere cantar conmigo
canciones sobre el amor
para derretir el hielo
que congela el corazón?
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