Para Sofía, de sus abuelos
Aurelia y Manuel, con mucho amor
La vida camino es,
que hacemos al caminar;
procura que de amor sea
si al cielo quieres llegar.
¡Feliz cumpleaños!,
querida Sofía.
Aunque la distancia
es muro invisible
que crea silencios;
no pasa un instante
sin dejar de verte,
sin oír tu voz,
sin oler tu aroma...;
porque nada puede
silenciar el canto
que canta el amor.
Ten siempre presente,
mi querida nieta,
que tú no estás lejos
porque yo te tengo
en el corazón.
Sé muy feliz hoy,
día de tu cumpleaños,
y todos los días
de todos los años
de una larga vida;
a que lo consigas,
pueden ayudarte
los consejos del abuelo:
í La felicidad
es la victoria del bien,
la amargura lo es del mal.
í Oye, atentamente,
el cuento del viejo
cheroqui, que dice así:
Una mañana, un viejo cheroqui le hablaba a su nieto acerca de una batalla que ocurre en el interior de las personas; y le dijo:
- Hijo mío, la batalla es entre dos lobos dentro de todos nosotros. Uno es “malvado”: es ira, envidia, celos, tristeza, pesar, avaricia, arrogancia, autocompasión, culpa, resentimiento, inferioridad, superioridad, mentiras, falso orgullo, ego... El otro es “bueno”: es alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad, benevolencia, empatía, generosidad, verdad, compasión, fe...
El nieto lo meditó por un minuto, y luego preguntó a su abuelo:
-¿Qué lobo gana?
El viejo cheroqui respondió:
-Aquel que tú alimentes.
Las palabras del viejo cheroqui, revelan una gran verdad sobre la vida de los seres humanos; pero se olvidó decirle a su nieto, o, tal vez, lo dejó para más adelante, que debemos estar muy pendientes de esa lucha que se libra en nuestro interior entre el lobo malvado y el lobo bueno; porque, si el lobo malvado gana la lucha, nos convertimos en sus esclavos, esclavos de nuestras propias maldades, y es muy difícil escaparse de sus garras.
M. Camacho