Mi infancia son recuerdos de un pueblo en la Axarquía; mi vida, la ilusión por un mundo mejor... Si compartes esta ilusión, aquí tienes un espacio para sembrar la esperanza.
viernes, 4 de septiembre de 2020
martes, 21 de julio de 2020
miércoles, 15 de julio de 2020
martes, 14 de julio de 2020
domingo, 12 de julio de 2020
miércoles, 8 de julio de 2020
viernes, 3 de julio de 2020
sábado, 27 de junio de 2020
lunes, 22 de junio de 2020
sábado, 20 de junio de 2020
sábado, 13 de junio de 2020
EL JUEGO DE LOS MALDITOS
... Las sombras
no tienen alma.
Ahora,
que la carga vírica es muy pequeña;
todos
nuestros esfuerzos deberían centrarse
en
potenciar nuestras defensas,
nuestro
sistema inmunológico:
libertad
y confianza, belleza y alegría
trabajo
y dignidad...; sosiego;
para
hacer frente a un hipotético
rebrote
o mutación del virus
la
próxima estación.
Pero no
sopla el viento
en esa
dirección...
Ahora,
que la carga vírica es muy pequeña;
obligan
a seguir, bajo amenaza
de una
fuerte sanción,
unas
normas que fueron despreciadas
cuando
la carga vírica era enorme
y las
campanas redoblaban.
Criminal
actitud que convirtió
la
avispa en avispero,
el
viento en huracán,
el
oleaje en maremoto...;
y puso
un rostro falso
a la
muerte; a la muerte que mató,
que
mató a tanta gente.
Mas, lo
que entonces despreciaron,
ahora quieren
imponerlo...
Acaso;
ignoran los “expertos”,
o tratan
de ignorar,
que lo que
en un momento
te da
la vida, en otro
te la puede
quitar...
¿A qué
juegan estos malditos?
A
malditos.
¿Dónde
juegan estos malditos?
En el
infierno.
¿Con
quiénes juegan los malditos?
Con los
muertos, sí, con los muertos:
“La
muerte verdadera
consiste en estar vivo, y no vivir”.
¡Resucita,
hombre, resucita; y vive..!
M.
Camacho
viernes, 5 de junio de 2020
EL MACABRO JUEGO DE LA MUERTE
Que nadie piense por ti,
que nadie sienta por ti,
que nadie actúe por ti...;
sé tú mismo, siempre
y en todo lugar.
El coronavirus
ha venido
para
quedarse, por siempre;
hasta
el Final de los Tiempos;
que
será, si Dios no lo remedia,
más
pronto que tarde.
De que
se quede se encargan
los
hijos de Orco,
que
encuentran en el coronavirus
el arma
más contundente;
la
semilla más fecunda,
y en
España, el campo más fértil;
para
lograr su propósito,
su
propósito perverso,
el
control sobre la gente:
para
robarles el alma;
para
marcar su destino,
el
destino de las sombras;
para
matarles de miedo;
para
matarles de muerte;
para
enterrarles en vida,
y
convertirles en zombis;
para disfrutar
jugando
al
macabro juego de la muerte.
Están
convencidos de que ganarán;
cuentan
con tu miedo y
con
todos los comodines;
pero no
te rindas, ¡por favor!,
no te
rindas: “La maldad
los
hace cobardes”;
su
valor se apoya en tu miedo
y su
fuerza, en tu flaqueza;
lucha
por tu libertad,
lucha
por tu vida;
hasta
morir, si es preciso;
no le
tengas miedo al miedo,
no le
temas a la muerte:
“Morir
por la libertad,
es
vivir eternamente”.
Sí, el coronavirus
ha venido
para
quedarse , por siempre;
hasta
el Final de los Tiempos
o hasta
que el hombre sea hombre:
hombre
valiente y honesto
que
denuncia la mentira,
que
defiende la verdad,
que
reclama la justicia,
que no
tiene miedo al miedo,
que no
le teme a la muerte...
M. Camacho
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