viernes, 5 de junio de 2020

EL MACABRO JUEGO DE LA MUERTE





Que nadie piense por ti,
que nadie sienta por ti,
que nadie actúe por ti...;
sé tú mismo, siempre
y en todo lugar. 








El coronavirus ha venido
para quedarse, por siempre;
hasta el Final de los Tiempos;
que será, si Dios no lo remedia,
más pronto que tarde.
De que se quede se encargan
los hijos de Orco,
que encuentran en el coronavirus
el arma más contundente;
la semilla más fecunda,
y en España, el campo más fértil;
para lograr su propósito,
su propósito perverso,
el control sobre la gente:
para robarles el alma;
para marcar su destino,
el destino de las sombras;
para matarles de miedo;
para matarles de muerte;
para enterrarles en vida,
y convertirles en zombis;
para disfrutar jugando
al macabro juego de la muerte.
Están convencidos de que ganarán;
cuentan con tu miedo y
con todos los comodines;
pero no te rindas, ¡por favor!,
no te rindas: “La maldad
los hace cobardes”;
su valor se apoya en tu miedo
y su fuerza, en tu flaqueza;
lucha por tu libertad,
lucha por tu vida;
hasta morir, si es preciso;
no le tengas miedo al miedo,
no le temas a la muerte:
“Morir por la libertad,
es vivir eternamente”.

Sí, el coronavirus ha venido
para quedarse , por siempre;
hasta el Final de los Tiempos
o hasta que el hombre sea hombre:
hombre valiente y honesto
que denuncia la mentira,
que defiende la verdad,
que reclama la justicia,
que no tiene miedo al miedo,
que no le teme a la muerte...

                               M. Camacho

No hay comentarios: