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Tertulia de "Versos Pintados" en la cripta del Café Gijón de Madrid el día 25 de noviembre d 2019

 

Los dos, a la vez.

Primero fue, ella;

después, él.

Nunca vi a Dios,

pero existen criaturas

tan hermosas

que sólo Dios pudo crearlas.

De todas ellas;

la mujer es la más hermosa:

su pelo,

hebras de tafetán;

sus labios,

nectarios de eglantina;

su mirada,

fuego que abrasa;

su rostro,

rosa encendida;

su cuerpo,

rosal en flor...

Nunca vi a Dios,

pero existen criaturas

tan bellas

que sólo Dios pudo crearlas.

De todas ellas;

la mujer, la más bella:

verso en carne encarnado,

poesía celeste,

flor del Jardín de Rosas,

aroma embriagador.

No, no, nunca vi a Dios;

pero existen criaturas,

hasta tal punto afortunadas

que sólo Dios pudo premiarlas.

De todas ellas;

es el hombre, el ser más afortunado:

luz que alumbra el Jardín de Rosas,

amante de las flores.

inhalador de aromas;

cristal de la belleza,

escribidor de versos,

poeta del amor.

Veinticinco del mes noviembre:

Día Internacional de la Eliminación

de la Violencia contra la Mujer,

o de Género.

¿Cómo puede existir

un hombre que haga daño

a una mujer?:

¿cómo puede la luz

apagar la sonrisa de la rosa?;

¿cómo puede el espejo

romper la imagen que refleja?;

¿cómo puede el poeta

herir la poesía..?

Si se produce la violencia

de un hombre contra la mujer;

o de ésta contra el hombre,

que mujeres violentas

“haberlas haylas”;

ese hombre no es  un hombre;

o la mujer, una mujer.

Hombre, hombre;

mujer, mujer;

criaturas prodigiosas,

preferidas de Dios;

no dejéis que las sombras

os confundan;

que los hijos de Orco,

esos que hablan de vida,

y cultivan la muerte

(son multitud),

os roben vuestra alma;

no pintéis  el infierno de naranja,

repintarlo de negro;

abrazaros en poesía;

inundad vuestra senda

de poemas de amor.

Sin poesía, no hay poetas;

y, sin poetas, ¿qué sentido tiene

la poesía.

Veinticinco del mes noviembre:

Día Internacional de la Eliminación

de la Violencia contra la Mujer,

o de Género.

Y los niños, los hombres, los ancianos;

y los gatos, los perros, las palomas;

y los peces, los árboles las flores...;

acaso, no son todos ellos

criaturas del Señor.

El año que diluvie para toda,

para toda criatura

creada por el Hacedor;

que no haya día,

porque, del año,

todos los días sean

de una lucha sin tregua

contra la violencia,

contra la violencia, sin más;

que se destierren de la Tierra

a los hijos del reino

de la muerte;

ese año, ese año, ése:

reinará la justicia,

brillará la esperanza;

ningún ser vivo  morirá

de sed...

                         

                         M. Camacho