Dichoso
aquel juez; más conocido por su amor a la Justicia que por su amor a la ley.
HOY SÉ que la justicia es el podio de la libertad, el amor y la paz.
HOY SÉ que sin justicia no hay libertad, y sin libertad no hay
paz.
HOY SÉ que la justicia debe presidir todos los actos de la vida.
HOY SÉ que ante un acto cruel, no hay que quedarse con los brazos cruzados:
solidarízate con los que sufren; rechaza los discursos vanos, suelen ser humo
para ocultar la verdad o para eludir responsabilidades; arranca un compromiso
de las autoridades competentes, y exige a éstos que lo cumplan; procura
contener tu rabia, para no darle ninguna ventaja al culpable, pero no la
ahogues, debes mantenerla viva hasta que se haga justicia.
HOY
SÉ que únicamente, un arrepentimiento sincero y el firme
deseo de cumplir íntegramente la pena impuesta, podrán reinsertar al culpable,
con pleno derecho, en el mundo de los justos. Si, por el contrario, intenta
eludir su responsabilidad y librarse de un castigo merecido, se convertirá en
un vil gusano de la tropa del diablo; y la sociedad que lo acoge, en una
manzana podrida.
HOY
SÉ que la raíz del hambre está en la injusticia.
HOY
SÉ que la justicia es el pan de los pobres, y el aliento
de los débiles.
HOY
SÉ que un Gobierno sin autoridad se convierte en carcelero
de la Justicia.
HOY SÉ que el ser humano no será libre mientras no esté
dispuesto a morir, y si fuese preciso a matar, por la justicia.
HOY SÉ que muriendo por la justicia,
podré dejar esta vida con la esperanza de alcanzar la dicha eterna.
HOY SÉ que si alguna vez fuere culpable de una falta grave, que el peso de la
justicia caiga sobre mis hombros; pues sólo así, pagando mi deuda, podré morir
con la esperanza de alcanzar la gloria.
HOY SÉ que el
trabajo, la honestidad y la defensa de la justicia; hacen un mundo mejor. Si no
le entregamos a nuestros hijos un mundo mejor; puede que en algún momento, con
toda razón, nos tachen de vagos y maleantes o, tal vez, de cobardes.
HOY SÉ que de debo tener muy presente la siguiente sentencia: “Reafirma siempre y en todo
lugar tu individualidad; sé solidario con los que sufren, y une tu vida a la de
aquellas personas que defienden la justicia; pero hazlo desde la libertad,
comprometiéndote contigo mismo; no te comprometas con los colectivos, (grupos,
partidos, asociaciones, comunidades, etc.), particularmente con los que
trabajan en la sombra: si te comprometes con algún colectivo, puedes acabar
actuando en contra de lo que pretendías defender; los colectivos anulan la
personalidad del individuo y toman la del líder, o la de aquellos a quienes el
líder sirve”.
HOY SÉ que repartiendo
igualdad, no siempre se entrega justicia.
HOY SÉ que el justo
valor de las cosas es el pedestal de la justicia.
HOY SÉ que la justicia vuela más alto que la ley: no
hay mayor vileza que la de aquellos que se escudan en la ley para cometer una
injusticia.
HOY SÉ que las
prohibiciones absurdas invitan al desacato y propician la injusticia.
HOY SÉ que es más
loable una infracción a la ley en nombre de la Justicia, que el hecho de
cometer una injusticia en nombre de la ley.
HOY
SÉ que el derecho y
el deber son las dos caras de la moneda
de la justicia.
HOY SÉ que hay que sujetar, con mano firme, la
antorcha de la justicia; y entregársela encendida a los que marchan hacia la
libertad.
M. Camacho
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