sábado, 11 de noviembre de 2017

HOY SÉ... (SOBRE LA JUSTICIA)





Dichoso aquel juez; más conocido por su amor a la Justicia que por su amor a la ley.









HOY SÉ que la justicia es el podio de la libertad, el amor y la paz.

HOY SÉ que sin justicia no hay libertad, y sin libertad no hay paz.

HOY SÉ que la justicia debe presidir todos los actos de la vida.

HOY SÉ que ante un acto cruel, no hay que quedarse con los brazos cruzados: solidarízate con los que sufren; rechaza los discursos vanos, suelen ser humo para ocultar la verdad o para eludir responsabilidades; arranca un compromiso de las autoridades competentes, y exige a éstos que lo cumplan; procura contener tu rabia, para no darle ninguna ventaja al culpable, pero no la ahogues, debes mantenerla viva hasta que se haga justicia.

HOY SÉ que únicamente, un arrepentimiento sincero y el firme deseo de cumplir íntegramente la pena impuesta, podrán reinsertar al culpable, con pleno derecho, en el mundo de los justos. Si, por el contrario, intenta eludir su responsabilidad y librarse de un castigo merecido, se convertirá en un vil gusano de la tropa del diablo; y la sociedad que lo acoge, en una manzana podrida.

HOY SÉ que la raíz del hambre está en la injusticia.

HOY SÉ que la justicia es el pan de los pobres, y el aliento de los débiles.

HOY SÉ que un Gobierno sin autoridad se convierte en carcelero de la Justicia.

HOY SÉ  que el ser humano no será libre mientras no esté dispuesto a morir, y si fuese preciso a matar, por la justicia.

HOY SÉ  que muriendo por la justicia, podré dejar esta vida con la esperanza de alcanzar la dicha eterna.

HOY SÉ que si alguna vez fuere culpable de una falta grave, que el peso de la justicia caiga sobre mis hombros; pues sólo así, pagando mi deuda, podré morir con la esperanza de alcanzar la gloria.

HOY SÉ que el trabajo, la honestidad y la defensa de la justicia; hacen un mundo mejor. Si no le entregamos a nuestros hijos un mundo mejor; puede que en algún momento, con toda razón, nos tachen de vagos y maleantes o, tal vez, de cobardes.

HOY SÉ que de debo tener muy presente la siguiente sentencia: “Reafirma siempre y en todo lugar tu individualidad; sé solidario con los que sufren, y une tu vida a la de aquellas personas que defienden la justicia; pero hazlo desde la libertad, comprometiéndote contigo mismo; no te comprometas con los colectivos, (grupos, partidos, asociaciones, comunidades, etc.), particularmente con los que trabajan en la sombra: si te comprometes con algún colectivo, puedes acabar actuando en contra de lo que pretendías defender; los colectivos anulan la personalidad del individuo y toman la del líder, o la de aquellos a quienes el líder sirve”.

HOY SÉ  que repartiendo igualdad, no siempre se entrega justicia.

HOY SÉ  que el justo valor de las cosas es el pedestal de la justicia.

HOY SÉ  que la justicia vuela más alto que la ley: no hay mayor vileza que la de aquellos que se escudan en la ley para cometer una injusticia.

HOY SÉ  que las prohibiciones absurdas invitan al desacato y propician la injusticia.

HOY SÉ  que es más loable una infracción a la ley en nombre de la Justicia, que el hecho de cometer una injusticia en nombre de la ley.

HOY SÉ  que el derecho y el deber son las dos caras de la  moneda de la justicia.

HOY SÉ  que hay que sujetar, con mano firme, la antorcha de la justicia; y entregársela encendida a los que marchan hacia la libertad.


                                                              M. Camacho

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