Señor, ayúdame
a descubrir el misterio de la vida para que pueda gozar de tanta belleza y
hermosura.
Hoy sé que el arte es el trono de la
belleza.
Hoy sé que se debe ejercitar la imaginación en la
creación de imágenes bellas, inspiradas en la excelencia; y no vivir sólo de
las imágenes que otros preparan para ti.
Hoy sé que para poder crear algo
bello, tienes que llenarte de entusiasmo.
Hoy sé que debemos pedir que las
musas soplen a todos los poetas del mundo; y que el canto de sus versos suene
acorde con la música de las estrellas en un hermoso poema de Amor.
Hoy sé que el secreto de amor es el más bello de los secretos.
Hoy sé que la belleza no tiene dueño,
pertenece a todo el que sabe apreciarla.
Hoy sé que con los
ojos cerrados, no se puede apreciar la belleza de la naturaleza.
Hoy sé que hay más
paisaje y más belleza de ojos adentro que de ojos afuera.
Hoy sé que la idea
de compartir es la flor más hermosa del jardín de la vida.
Hoy sé que las rosas
no tienen que demostrar su belleza...
Hoy sé que nada
embellece más que la bondad, y que nada
reluce tanto como la generosidad.
Hoy sé que la belleza es la imagen de la bondad, reflejada en el
espejo del alma.
Hoy sé que el hábito
sí hace al monje: “Cubrió su cuerpo con pétalos de rosa para participar en el
carnaval de las flores; cuando se quitó el disfraz, encontró su cuerpo
convertido en un hermoso rosal”.
Hoy sé que la virginidad es el regalo más bello y hermoso que
una persona puede ofrecer a su pareja la noche de boda.
Hoy sé que es
hermoso equivocarse: si no nos equivocásemos, no podríamos gozar de la belleza
del perdón.
Hoy sé que debo mantener vivo el más hermoso de los deseos: ¡verte siempre
con una sonrisa en el rostro!
Hoy sé que la
familia es un proyecto común de todos sus miembros, ¡la obra más hermosa que
pueden emprender los seres humanos! Es preciso que todos los miembros
participen en el proyecto; de lo contrario, la obra se resiente, se tambalea, y
hasta puede llegar a derrumbarse. Reflexiona sobre todo lo que tu familia te
ofrece, y sobre lo que tú aportas; tal vez estés a tiempo de evitar la mayor
tragedia de tu vida.
Hoy sé que si allanas las cañadas
(las arrugas), se encharcarán los campos; y se perderán las cosechas (la
sabiduría y la belleza de los años).
Hoy sé que el tiempo puede llevarse
tu hermosura, pero no puede arrebatarte la belleza.
Hoy sé que no se bebe cambiar salud por belleza: la belleza
sin salud es una flor marchita.
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