martes, 12 de abril de 2016

HOY SÉ... (SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE)





Ave Fénix, ave fabulosa, revélame tus secretos para que tenga el valor de incinerar mis miserias y la virtud de renacer a la Vida.





HOY SÉ que la vida es un sueño compartido; el mundo, un libro en blanco donde se escriben los sueños; la muerte, el despertar de ese sueño que es la vida.

HOY SÉ que debo empeñar mi vida en una búsqueda continua de la Verdad: el hombre ha nacido para luchar y morir, si fuese preciso, por la Verdad.

HOY SÉ que hay deudas más elevadas que la vida.

HOY SÉ que una muerte digna da sentido a toda una vida. Una vida digna está siempre llena de sentido.

HOY SÉ que al inocente, hay que defenderlo con la vida, si fuese preciso; al culpable, con una ley justa.

HOY SÉ que entregar la vida por salvar la de un ser inocente, es la mayor prueba de generosidad que se puede dar; vivir con el firme deseo de entregarla, la mayor muestra de heroísmo.

HOY SÉ que aceptar el riesgo de la cárcel siendo inocente, y el de la propia muerte amando a la vida; en pro de la libertad de toda la buena gente y de la vida de muchos de ellos; es una actitud heroica (generosa y valiente).

HOY SÉ que debo reflexionar sobre el siguiente texto: <<Una voz dice: “Es mejor que mil asesinos estén en la calle a que un solo inocente esté en la cárcel”, y calla; no cuenta el final de la historia: mil asesinos en la calle acaban asesinando a muchos inocentes y atemorizando a toda la sociedad. Otra voz contesta en silencio: “Es preferible correr el riesgo de que un inocente pueda estar en la cárcel a que muchos inocentes sean asesinados y toda la sociedad viva atemorizada”; y añade: “Aceptar el riesgo, es una actitud generosa y valiente”>>.

El que mata a un inocente
no tiene perdón de Dios;
el que ampara a un asesino
ha confundido el amor.

HOY SÉ que es normal tenerle miedo a lo desconocido y, sobre todo, a la muerte; pero, si pensamos que, tarde o temprano, todos tenemos que morir, porque la vida sólo es una etapa en ese caminar hacia la eternidad, dejaríamos de tenerle miedo a la muerte y únicamente veríamos en ella un mensajero fiel del Señor.

HOY SÉ que la vida sería una crueldad si no existiera la muerte; ésta nos da lo que aquélla nos quita: una eterna primavera; un cielo sin nubes; libertad para volar hasta el infinito…

HOY SÉ que, a veces, la vida nos hiere; y que debemos desterrar el rencor de nuestras vidas: “El rencor infecta las heridas”.

HOY SÉ que la interrupción del sueño dejó en blanco la página final del libro de su vida; al abrirse una grieta por la que se escaparon los recuerdos.

HOY SÉ que la muerte se produce cuando se borran todos los recuerdos.

HOY SÉ que nunca es demasiado tarde para comenzar una nueva vida, aunque ésta sólo dure un suspiro: la eternidad es un suspiro que no acaba; un principio sin final...

HOY SÉ que la expresión "basta ya" es semejante a la anilla de un paracaídas: si no tiras de ella en los descensos de tu vida, te estrellarás contra el suelo.

HOY SÉ que la vida es un regalo precioso, de valor incalculable, que debemos cuidar con todo esmero para evitar que se caiga al suelo y se haga añicos.

HOY SÉ que no debemos derrochar el tiempo: cada instante perdido es un trozo de vida dilapidado.

HOY SÉ que si de verdad amas la vida, debes estar dispuesto a morir por ella.

HOY SÉ que todo muere, excepto la vida.

HOY SÉ que vivir es morir un poco cada día.



                                                                    M. Camacho

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