Ave Fénix, ave fabulosa,
revélame tus secretos para que tenga el valor de incinerar mis miserias y la
virtud de renacer a la Vida.
HOY
SÉ que la vida es
un sueño compartido; el mundo, un libro en blanco donde se escriben los sueños; la muerte, el despertar de ese
sueño que es la vida.
HOY SÉ que debo empeñar mi vida en una búsqueda
continua de la Verdad: el hombre ha nacido para luchar y morir, si fuese
preciso, por la Verdad.
HOY SÉ que hay deudas más elevadas que la vida.
HOY
SÉ que una muerte digna da sentido a toda una vida. Una vida digna está siempre
llena de sentido.
HOY SÉ que
al inocente, hay que defenderlo con la vida, si fuese preciso; al culpable, con
una ley justa.
HOY
SÉ que entregar la vida por salvar la de un
ser inocente, es la mayor prueba de generosidad que se puede dar; vivir con el
firme deseo de entregarla, la mayor muestra de heroísmo.
HOY
SÉ que aceptar el riesgo de la cárcel siendo inocente, y el de la propia muerte
amando a la vida; en pro de la libertad de toda la buena gente y de la vida de
muchos de ellos; es una actitud heroica (generosa y valiente).
HOY
SÉ que debo reflexionar sobre el siguiente texto: <<Una voz dice: “Es
mejor que mil asesinos estén en la calle a que un solo inocente esté en la
cárcel”, y calla; no cuenta el final de la historia: mil asesinos en la calle
acaban asesinando a muchos inocentes y atemorizando a toda la sociedad. Otra
voz contesta en silencio: “Es preferible correr el riesgo de que un inocente
pueda estar en la cárcel a que muchos inocentes sean asesinados y toda la
sociedad viva atemorizada”; y añade: “Aceptar el riesgo, es una actitud
generosa y valiente”>>.
El
que mata a un inocente
no
tiene perdón de Dios;
el
que ampara a un asesino
ha
confundido el amor.
HOY SÉ que es normal tenerle miedo a lo desconocido y,
sobre todo, a la muerte; pero, si pensamos que, tarde o temprano, todos tenemos
que morir, porque la vida sólo es una etapa en ese caminar hacia la eternidad,
dejaríamos de tenerle miedo a la muerte y únicamente veríamos en ella un
mensajero fiel del Señor.
HOY
SÉ que la vida sería una crueldad si no existiera la muerte; ésta nos da lo que
aquélla nos quita: una eterna primavera; un cielo sin nubes; libertad para
volar hasta el infinito…
HOY
SÉ que, a veces, la vida nos hiere; y que debemos desterrar el rencor de
nuestras vidas: “El rencor infecta las heridas”.
HOY
SÉ que la interrupción del sueño dejó en blanco la página final del libro de su
vida; al abrirse una grieta por la que se escaparon los recuerdos.
HOY
SÉ que la muerte se produce cuando se borran todos los recuerdos.
HOY
SÉ que nunca es demasiado tarde para comenzar una nueva vida, aunque ésta sólo
dure un suspiro: la eternidad es un suspiro que no acaba; un principio sin
final...
HOY
SÉ que la expresión "basta ya" es semejante a la anilla de un
paracaídas: si no tiras de ella en los descensos de tu vida, te estrellarás
contra el suelo.
HOY
SÉ que la vida es un regalo precioso, de valor incalculable, que debemos cuidar
con todo esmero para evitar que se caiga al suelo y se haga añicos.
HOY
SÉ que no debemos derrochar el tiempo: cada instante perdido es un trozo de
vida dilapidado.
HOY SÉ que si de verdad amas la
vida, debes estar dispuesto a morir por ella.
HOY SÉ que todo muere, excepto la
vida.
HOY
SÉ que vivir es morir un poco cada día.
M. Camacho
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