Mi infancia son recuerdos de un pueblo en la Axarquía; mi vida, la ilusión por un mundo mejor...
Si compartes esta ilusión, aquí tienes un espacio para sembrar la esperanza.
Hablamos mucho de libertad, pero no hacemos nada por conseguirla; esperamos, sin esperanza, que un extraño nos abra la puerta de nuestra prisión; y eso no es posible porque la puerta de la libertad tan sólo se abre desde dentro.
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