Queridos amigos: “El mundo es una lágrima de amor”. Para poder apreciar la belleza del mundo, debemos alumbrar el camino por el que transitamos con la luz del alma porque allí, donde falta la luz, aparece la oscuridad. Ayudarte a conseguirlo, es el objetivo de este “blog”; en el que hoy, con el poema Ramas del mismo árbol, de la primera entrada, cierro un primer ciclo y abro un tiempo de silencio para la reflexión.
Un abrazo muy fuerte,
Manuel Camacho.
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