CENA BENÉFICA-PREMIOS (ABRIL2023)
INVITADO DE HONOR: MANUEL CAMACHO
Rosas del Nilo
en la senda sin nombre:
los resilientes.
Buenas noches, queridos amigos; con perfume de flor de loto, también conocida como rosa del Nilo. Está relacionada con la perfección del cuerpo y del alma, un estado de pureza total; y revela la inocencia y la naturaleza original del corazón. En la mitología griega se cuenta que: “Una hermosa diosa huyó al bosque asustada, y fue a parar a un lugar llamado Loto donde se hundió; lugar llamado así por los supremos dioses, destinado para los fracasados y perdedores en la vida. La joven diosa luchó durante siglos y logró salir en forma de una hermosa flor, de largos pétalos”. Por ello, para los griegos significa el triunfo después de haber luchado incansablemente contra el fracaso.
Esta Cena Benéfica (abril 2023); organizada por la Asociación de Artistas, Creadores y Escritores en Defensa de los Derechos Humanos; al igual que las anteriores, tiene una doble finalidad: el merecido reconocimiento de unas personas que se distinguen por su bondad o mérito, es decir, de unas personas excelentes; y el de contribuir, de modo humilde pero con extraordinaria e inaccesible elevación, a una causa benéfica con la recaudación que se obtiene en la rifa de unos objetos donados por unas almas elevadas. Por ello, quiero felicitar al presidente de la Asociación, Don Mario Jimeno, y a su vicepresidenta, que es el alma de la misma, Doña María Manuela (Mayla) de Barbeito; y mostrarles, a ambos, mi profunda gratitud por el honor que me dispensan como Invitado de Honor. Así mismo, quiero felicitar, cordialmente, a los galardonados esta noche; y mostrar mi gratitud a todos los presentes, visibles e invisibles, sin los cuales este acto no sería posible.
Para terminar mi intervención; con el deseo de mantener encendida la llama de la esperanza en nuestros corazones, de la esperanza secuestrada por los hijos de las sombras; paso a leer el poema titulado “Los milagros existen”, de uno de mis recientes poemarios; comienza con un epígrafe y dice así:
Me duele, me duele el hombre,
el hombre que habita el mundo,
porque el mundo, nuestro mundo;
es un barco a la deriva
en el mar del universo,
azotado por los vientos
de un maldito temporal
que parte de los infiernos.
Tan sólo el arte, el arte vivido,
el arte soñado...;
el arte sentido;
puede remediarlo.
No veo el rosal,
la oscuridad de la noche
impide que pueda verlo;
pero huelo la fragancia
de sus rosas,
de sus rosas blancas;
un aroma que regala
el alma de los poetas,
de los poetas que sueñan
con un mundo alegre y luminoso
donde brille el sol, y lloran
al atardecer,
cuando las sombras secuestran
la esperanza,
y sólo dejan espacio
para los milagros.
No te rindas,
¡por favor!, poeta, no te rindas;
recoge el testigo, y vuela
por la senda del amor
donde brotan los milagros...
¡Muchas gracias! Sed felices: el amor es el camino.
M. Camacho