Mi infancia son recuerdos de un pueblo en la Axarquía; mi vida, la ilusión por un mundo mejor... Si compartes esta ilusión, aquí tienes un espacio para sembrar la esperanza.
lunes, 10 de octubre de 2022
miércoles, 28 de septiembre de 2022
UNA VELADA PARA EL RECUERDO
AMIGOS DEL ARTE, MADRID: CENA BENÉFICA-PREMIOS
(SEPTIEMBRE 2022)
INVITADO DE HONOR: MANUEL CAMACHO
Vive la vida, amigo,
vive la vida; ¡sé feliz
en el camino!
La muerte verdadera
consiste en estar vivo,
y no vivir.
Queridos amigos, ¡Buenas noches! con fragancia de claveles rojos que simbolizan un amor vivo y puro.
Quiero, en primer lugar, felicitar a los premiados esta noche y a las personas que les hacen entrega del merecido galardón. Así como, manifestar mi profunda gratitud: a la Asociación de Artistas, Creadores y Escritores de Madrid, tan espléndidamente representados por su vicepresidenta Dña. María Manuela (Mayla) de Barbeito); asociación que, con el noble fin de fomentar la cultura y el espíritu creativo, mediante el reconocimiento de los méritos y bondad de unas personalidades, y de contribuir a una causa benéfica, nos convoca para que disfrutemos de una bella y hermosa velada; y a todos los presentes, visibles e invisibles, que lo hacen posibles, dando vida, con su participación, en la parte que a cada uno le corresponde, a un bello y hermoso acto de amor.
En segundo lugar, manifestar mi deseo de felicidad para todos los presentes, visibles e invisibles, en este momento del día y en todos los momentos de todos los días de todos los años de una larga vida. No es difícil, se trata, tan sólo, de vivir con entusiasmo (que significa: “Dios en el corazón”, vivir en el amor), de no caer en el desaliento. Dice una leyenda que: “En la sublevación de los ángeles, encontrándose los rebeldes rodeados por los leales, el cabecilla de aquellos (llamado Luzbel, que pasó, desde entonces, a llamarse Lucifer), tan sólo ponía una condición para deponer su actitud y entregarse: “Que se le concediese el poder sobre el desaliento”. Sabía muy bien que con este poder podía dominar el mundo.
Por ello os pido que seáis felices, que viváis con entusiasmo; que rechacéis el desaliento: “No podemos evitar que los pájaros del desaliento revoloteen sobre nuestra cabeza; pero sí, impedir que aniden en nuestra mente”.
Y para terminar, un poema; su título, “Infelicidad, el peor de los males”. Lo encabeza un epígrafe que dice:
Dios te da la caña
para pescar la felicidad,
y un mar poblado de peces...;
el resto, de ti depende.
Y sigue:
Sé feliz, ¡por favor!,
sé feliz.
La infelicidad es
el peor de los males de este mundo:
porque convierte a las personas
en seres vulnerables;
en pajarillos
heridos (con las alas rotas),
en presas fáciles
para las alimañas.
Sé feliz, ¡por favor!,
sé feliz.
La infelicidad es
el peor de los males de este mundo:
porque te parte el alma,
porque te duele,
porque te hiere,
porque te mata.
Sé feliz, ¡por favor!,
sé feliz...
¡Muchas gracias!: Sed felices, “El Amor es el Camino”.
MANUEL CAMACHO
CUMPLEAÑOS DE INÉS (FELICITACIÓN)
MONEDA DE ORO FINO
A Inés, de sus abuelos
Aurelia y Manuel
con todo nuestro amor.
Mi querida nieta Inés:
¡feliz día
de tu primer cumpleaños,
y todos los días de todos los años
de una larga vida!
Contigo, son seis
los regalos del Señor;
es tan grande mi fortuna
y profunda mi alegría
que mis sentidos se elevan,
y sobrevuelan el valle
de los mirtos y agapantos,
donde florece la vida.
Al sobrevolar el valle;
todas las flores se abren
para regalarme el alma
con el suave y delicioso aroma
que brota en tu corazón,
y es moneda de oro fino
con que se salda la deuda;
la hermosa deuda de amor
contraída en la familia,
por el misterioso encuentro
en la fuente de la vida:
la familia verdadera;
que no es un lazo de sangre,
sino un vínculo de amor.
Como no tienes edad
de digerir mis consejos,
los consejos del abuelo;
hasta que llegue el momento
de que los puedas entender
y hasta el Final de los Tiempos,
con el corazón abierto,
los cambio por una súplica:
¡Señor, que se cumplan mis deseos,
mis deseos expresados
en la felicitación.
Camina, mi amor, camina...,
no dejes de caminar;
sé feliz en el camino
y grábate en la memoria,
¡el camino es el Amor!
Cumpleaños de Inés: 28 de septiembre de 2022
jueves, 23 de junio de 2022
CUMPLEAÑOS DE SOFÍA (23 DE JUNIO DE 2022)
Para Sofía, de sus abuelos
Aurelia y Manuel, con mucho amor
La vida camino es,
que hacemos al caminar;
procura que de amor sea
si al cielo quieres llegar.
¡Feliz cumpleaños!,
querida Sofía.
Aunque la distancia
es muro invisible
que crea silencios;
no pasa un instante
sin dejar de verte,
sin oír tu voz,
sin oler tu aroma...;
porque nada puede
silenciar el canto
que canta el amor.
Ten siempre presente,
mi querida nieta,
que tú no estás lejos
porque yo te tengo
en el corazón.
Sé muy feliz hoy,
día de tu cumpleaños,
y todos los días
de todos los años
de una larga vida;
a que lo consigas,
pueden ayudarte
los consejos del abuelo:
í La felicidad
es la victoria del bien,
la amargura lo es del mal.
í Oye, atentamente,
el cuento del viejo
cheroqui, que dice así:
Una mañana, un viejo cheroqui le hablaba a su nieto acerca de una batalla que ocurre en el interior de las personas; y le dijo:
- Hijo mío, la batalla es entre dos lobos dentro de todos nosotros. Uno es “malvado”: es ira, envidia, celos, tristeza, pesar, avaricia, arrogancia, autocompasión, culpa, resentimiento, inferioridad, superioridad, mentiras, falso orgullo, ego... El otro es “bueno”: es alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad, benevolencia, empatía, generosidad, verdad, compasión, fe...
El nieto lo meditó por un minuto, y luego preguntó a su abuelo:
-¿Qué lobo gana?
El viejo cheroqui respondió:
-Aquel que tú alimentes.
Las palabras del viejo cheroqui, revelan una gran verdad sobre la vida de los seres humanos; pero se olvidó decirle a su nieto, o, tal vez, lo dejó para más adelante, que debemos estar muy pendientes de esa lucha que se libra en nuestro interior entre el lobo malvado y el lobo bueno; porque, si el lobo malvado gana la lucha, nos convertimos en sus esclavos, esclavos de nuestras propias maldades, y es muy difícil escaparse de sus garras.
M. Camacho