miércoles, 1 de febrero de 2023

EL AMOR PONE ALAS

 

 

 

CENA BENÉFICA-PREMIOS (ENERO 2023)

 

INVITADO DE HONOR: MANUEL CAMACHO

 

El arte es un encuentro con la belleza, la belleza es la flor del árbol del amor; Dios es Amor: El arte es un encuentro con Dios.

 

Buenas noches, queridos amigos; con esencias de acantos y de madreselvas, que representan las artes y el amor fraternal, respectivamente.

 

Esta Cena Benéfica (enero 2023); organizada por la  Asociación de Artistas, Creadores y Escritores en Defensa de los Derechos Humanos; al igual que las anteriores, tiene una doble finalidad: el merecido reconocimiento de unas personas que se distinguen por su bondad o mérito, es decir, de unas personas excelentes; y el de contribuir, de modo humilde, pero con extraordinaria e inaccesible elevación, a una causa benéfica con la recaudación que se obtiene en la rifa de unos objetos donados por unas almas elevadas. Me siento muy honrado con haber sido invitado a este sublime acto; es, por todo ello, por lo que quiero mostrar mi profunda gratitud al presidente de la Asociación, Don Mario Jimeno, y a su vicepresidenta, que es el alma de la misma, Doña María Manuela (Mayla) de Barbeito;

 

Así mismo, quiero felicitar, cordialmente, a los galardonados esta noche: Don Conrado Giménez, presidente y fundador de la Fundación Madrina, premio “Valor Humano; a Doña Marisa Rivera, artista plástica, que engalana la sala en la que nos encontramos con sus magníficas obras, premio “Monet”; a Doña Kelly Gabriel, escritora, premio “Cultura Internacional” y a Don Carlos Alfredo Ledesma, artista polifacético y escritor, premio “Hemingway”. Y, en general, a todos los presentes, visibles e invisibles; pues:

 

No sólo es artista el que crea obras de arte, sino todo aquel que lo vive.

 

Dado que esta noche, a modo de oasis en el desierto de la indiferencia, la vida nos ofrece una velada maravillosa, con la fragancia de unas personas que se destacan por su bondad o mérito (excelentes) y la oportunidad de poder contribuir a una buena causa; respiremos con hondura, seamos generosos, y disfrutemos del momento.

 

Y ya para terminar mi intervención, una reflexión:

 

La pandemia que hemos vivido, y que seguiremos viviendo, pues, vino para quedarse, ha desnudado a los hombres; las cosas no son como parecían: el mundo en que vivimos (así lo pienso) es el espacio donde habitan los ángeles rebeldes; capitaneados por Lucifer que, con el poder de infundir el miedo a la muerte y al desaliento, le resulta fácil  el dominio de los hombres; convirtiéndolos en muertos vivientes: “El miedo a la muerte no deja vivir, ¡mata!”;  y “El desaliento priva al hombre del deseo y de la capacidad de liberarse de la muerte, ¡de redimirse!”.

 

Me consuela pensar que mientras exista un pálpito de amor, la Puerta del Cielo permanecerá abierta; a traspasar el umbral, puede ayudarnos el siguiente poema, titulado “El cielo como destino”; dice así:

 

Siembra en tu mente la verdad,

y riégala con agua del río del amor;

afina tu garganta

para que el tono de tu voz

sea cálido y tierno;

procura que tus labios

solamente pronuncien

palabras cristalinas,

y ruega a Dios

para que no se empañen;

cuida que todo lo que digas

sea agradable y positivo,

sin aristas cortantes ni rebabas

que hieran la piel de tus hermanos.

De ese modo,

tus palabras serán imágenes de Dios

y tu destino, el cielo.

 

Volad, amigos, volad: el amor pone alas.

 

¡Muchas gracias!

 

                                                                                  M. Camacho