Mi infancia son recuerdos de un pueblo en la Axarquía; mi vida, la ilusión por un mundo mejor... Si compartes esta ilusión, aquí tienes un espacio para sembrar la esperanza.
martes, 25 de febrero de 2014
lunes, 24 de febrero de 2014
domingo, 23 de febrero de 2014
viernes, 21 de febrero de 2014
MARIPOSAS Y GUSANOS
- Una voz dice: “Es mejor que mil asesinos estén en la calle a que un solo inocente esté en la cárcel”, y calla; no cuenta el final de la historia: mil asesinos en la calle acaban asesinando a muchos inocentes y atemorizando a toda la sociedad. Otra voz contesta en silencio: “Es preferible correr el riesgo de que un inocente pueda estar en la cárcel a que muchos inocentes sean asesinados y toda la sociedad viva atemorizada”; y añade: “Aceptar el riesgo, es una actitud generosa y valiente”.
- Una vida sin riesgo no crece.
- Únicamente, un arrepentimiento sincero y el firme deseo de cumplir íntegramente la pena que, en justicia, le haya sido impuesta, podrán reinsertar al culpable, con pleno derecho, en el mundo de los justos. Si, por el contrario, intenta eludir su responsabilidad y librarse del merecido castigo, se convertirá en un vil gusano de la tropa del diablo.
jueves, 20 de febrero de 2014
martes, 18 de febrero de 2014
lunes, 17 de febrero de 2014
sábado, 15 de febrero de 2014
jueves, 13 de febrero de 2014
lunes, 10 de febrero de 2014
domingo, 9 de febrero de 2014
MOMENTOS DULCES
ENCUENTRO INTERCULTURAL. TÚNEZ EN LA LITERATURA
(Madrid,
seis de febrero de 2014)
PRIMERA
PARTE: MOMENTOS DULCES
Queridos amigos: Buenas tardes, con aromas de madreselva.
Quiero, a efectos de presentación personal, iniciar mi participación
en este Encuentro con un pequeño poema, de aires machadianos en sus primeros
verso, titulado Un mundo de luz; dice
así:
Mi infancia son recuerdos
de un pueblo en la Axarquía[1];
mi
vida, la ilusión
por
un mundo mejor:
un
mundo donde reine la justicia,
un
mundo donde brille la esperanza,
un
mundo donde se respire Amor.
Y sigo:
Hay momentos en la vida de las personas en los que el cielo es más
azul y la tierra más verde; son esos momentos dulces que se viven cuando
alguien o algo nos toca el alma. Momentos dulces como los que, sin duda, están
viviendo, en estos días, nuestros amigos tunecinos; con motivo de la reciente
aprobación de su Constitución democrática, en la que se recoge la igualdad de derechos
entre hombres y mujeres. Les felicito por ello. Y aprovecho estos otros
momentos, los de mi participación en el presente Encuentro, para decirles, y
decirme, que una constitución no es el final de la lucha por la libertad, ni
siquiera es el principio; es tan solo la
prueba de que hay que seguir luchando: una constitución es un texto negociado
por gente condicionada por fuertes ideologías (los políticos); que sólo piensan
en sacar el máximo provecho de todas las situaciones que se viven en su país;
que tratarán, a la hora de aplicar el texto negociado, de llevarlo a su terreno;
ellos son los primeros en no creer en la Constitución. No les interesa un mundo
multicolor habitado por personas libres, luminosas y alegres; quieren un mundo
gris en el que todos piensen y actúen según sus consignas, un mundo en el que
la Verdad sea su verdad.
La democracia es un sol muy hermoso que
encandila el alma de la gente sencilla. Pero vienen los hijos de las sombras y
le roban la luz, convirtiendo el día en una noche tenebrosa; saben muy bien que
la luz desvanece sus cuerpos.
No hay peores enemigos de la
Democracia que aquellos que consiguen que los que más la aman acaben odiándola.
Si amas la libertad, la verdadera
libertad, mantente alerta; hay muchos falsos demócratas en el mundo, y: “Detrás
de cada falso demócrata, se esconde un tirano”.
No, amigos míos, una Constitución no es el final de la lucha por la
libertad, ni siquiera es el principio; es tan solo la prueba de que debemos
seguir luchando. La verdadera Constitución, la única Ley de Leyes, debería ser
la Ley Natural, esa que está grabada en el corazón de la gente, de la buena
gente. No es una conquista que una ley diga que las mujeres tienen los mismos
derechos que los hombres, eso forma parte de la Ley Natural, eso ya está
escrito en el corazón de la gente, de la buena gente; la verdadera conquista
sería que no existiese ninguna ley, en todo el mundo, que diga lo contrario. No,
no es una conquista conseguir una Constitución, como la española, que permita el desarrollo de
una ley que establece el derecho de las mujeres a abortar: a matar, a
descuartizar, a los seres humanos más inocentes e indefensos (los no nacidos), por
el hecho de que vengan a este mundo con una malformación o de que su presencia en el mismo resulte incómoda (en
España se producen más de cien mil abortos cada año); la verdadera conquista
sería que no existiese en todo el mundo ni una sola Constitución que lo
permitiese, ni nadie ni nada que lo justifique...
Señor, dame fuerzas para luchar; valor
para morir, si fuese preciso, en la lucha; y juicio para luchar y morir por la
verdad.
No, amigos míos, la Constitución no es el final de la lucha por la
libertad, ni siquiera es el principio; es tan solo la prueba de que debemos
seguir luchando.
MANUEL CAMACHO
[1] Axarquía:
comarca hermosa de Málaga la bella.
viernes, 7 de febrero de 2014
jueves, 6 de febrero de 2014
domingo, 2 de febrero de 2014
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